Unidad 1. La universalidad de la ética profesional
1.1. ¿Qué es la ética?
Las personas por el hecho de serlo, tienen una tendencia a querer lo mejor. El ser humano es el único
pensante en lo posible. Quiere y espera algo; tiene sentimientos, esperanzas y piensa en la
posibilidad; es capaz de pensar en él mismo y en los demás porque somos símbolos de los otros, la
convivencia con otros seres humanos da sentido y razón de ser.
El hombre ama, tiene voluntad y busca más allá de aquello que le rodea y es. Tiene
capacidad de autorrealización, todos quieren ser más humanos. Sartre1
decía que el deseo es el ser de la realidad humana, el hombre quiere ser más hombre porque no está acabado de
ser, es indeterminado, no tiene una forma determinada, a diferencia de “los animales y la
naturaleza”, el hombre está en posibilidad de ser, ¿posibilidad de ser qué? Lo que cada una de las
personas quiera ser, pero quiere razones para ser, que den valor y sentido a su existencia. Siempre
prefiere y valora aquello que le parece mejor, como la bondad, la paz, la justicia, el amor, etcétera, a
esta capacidad de no ser indiferentes a la existencia se le llama eticidad.
Como no existe una garantía para elegir siempre lo mejor, el desafío de la ética es precisamente
controlar esa condición contradictoria. La ética funge como guardiana de la eticidad, la morada del
ser humano, el hogar en el que se es pleno, que protege para querer ser siempre más humano, se le
da valor a lo que le rodea: se puede hacer un mundo mejor o peor.
Te preguntarás ahora, ¿Qué es la ética?, ¿tiene algo que ver conmigo?, ¿será parte de mí?, ¿qué es
la filosofía? Pues, la ética tiene que ver contigo, conmigo y con todos. Pero para comprender mejor,
se debe entender qué relación tienen la ética con la filosofía y sus ideas fundamentales.
La filosofía y la ética
El comportamiento del ser humano es necesariamente social, por lo que su estudio
requiere una constante reflexión del actuar cotidiano que permita cuestionar el porqué
de las cosas, el porqué del comportamiento humano para consigo mismo y para los
demás.
La palabra filosofía proviene de los vocablos griegos philos (amor) y sophia
(sabiduría) y significa “amor a la sabiduría”. Platón la definió como “deseo de
saber”. Las preguntas que plantea la filosofía son especiales, ya que no sólo
dan sentido o no a la situación que se vive, sino también dan razones de ser a
quien pregunta. La filosofía parte de preguntar acerca de todo lo que está
inmediatamente en el mundo, por tanto, es un quehacer propio del hombre
que es fundamentalmente crítico y argumentativo, un quehacer que no deja indiferentes, afecta el
ser y humaniza, ya que es la reflexión lo que lleva a la libertad y mediante ella el hombre se libera de
prejuicios que obstaculizan una existencia plena.
La filosofía como ciencia humana permite revisar la “experiencia” del hombre, las
diferentes formas de pensar o razonar a través de las diversas corrientes filosóficas,
ya que en ellas se encuentra el vínculo que tiene con el conocimiento y la vida social.
Una de las disciplinas de la filosofía que revisa el comportamiento y el actuar del
sujeto en el ámbito individual y social es la ética. Por eso la importancia de revisar este
tema:
¿Qué es la ética?
La ética se relaciona con la filosofía como si fuera sus manos, es un saber teórico práctico del hombre
y su relación con los demás.
La palabra ética proviene del vocablo griego ethos, que en este primer momento, puede definirse
como “lugar de resguardo, refugio o protección”. De esta forma, se puede decir que la ética, cuida,
asegura y protege al ser humano, dándole motivo para reflexionar en su actuar y su ser en el
mundo. Pero además de éste término, también significa hábito o costumbre lo que invita a pensar
que es una actividad habitual que requiere disciplina y constancia para vigilar la esencia humana.
La ética es una dimensión de la filosofía, ya que reflexiona y da razones para el buen vivir. Asimismo,
se vuelca sobre el ser humano como un ser que se relaciona con otros seres humanos y con el mundo
que le rodea. Las relaciones hombre–hombre y hombre–mundo se basan en valores y antivalores.
Para darle una dirección a éste complejo de relaciones, la ética busca un conocimiento objetivo y
fundamento de las mismas; además estudia la moral y el conjunto de normas o reglas que regulan
una sociedad o principios que la rigen. Es decir, da la pauta del buen vivir, señala lo que se vale o no
se vale de las relaciones entre personas.
Ética y moral
La ética se define también como “carácter y costumbre”, la moral se encuentra
anclada en la suma de las creencias y convencionalismos sociales que nos moldean
como sujetos socializados.
La distinción entre estos dos términos permite ubicar el espacio individual y el espacio
social, de ahí la importancia de saber su sentido en la cotidianidad. Por lo que una de
las funciones que tiene la ética es reflexionar sobre el actuar, dotando al sujeto de
elementos para que se desenvuelva consigo mismo así como en su sociedad,
planteándose como problema la posibilidad de elección: ¿Qué debo hacer?
Dentro del estudio de la ética existen diferentes concepciones que permiten su
estudio. A continuación se mencionan algunas de sus características.
Características
La ética como disciplina filosófica dedica su estudio al actuar del individuo, por lo que
la moral es el instrumento de estudio de su actuar en sociedad. El hombre a través del
tiempo ha establecido reglas de convivencia que permiten su mejor desempeño.
Una de las herramientas indispensables para ese mejor desempeño son los valores,
que dan marco para una mejor condición humana. La autodeterminación o toma de
decisiones permite desarrollar la capacidad de elección por medio de valores, como la
libertad, y donde la voluntad permite lograr la perfección humana a través de la
aplicación de virtudes como fortaleza, generosidad, obediencia, entre otras.
En cambio, para la moral, los juicios y códigos permiten que los grupos sociales
califiquen las conductas en positivas o negativas, así como aprobación o
desaprobación que permitan el buen funcionamiento social.
Para un acto ético es indispensable la aplicación de la responsabilidad en los actos
individuales, entendiendo la responsabilidad como la capacidad de responder por lo
que se hace o se deja de hacer. De esta manera, es una forma de aplicar el aspecto
valórico a las situaciones tanto individuales como sociales porque la responsabilidad
se manifiesta tanto en las conductas éticas como en las morales; ya que el ser
responsable o no es un acto totalmente calificado en el contexto social, más que ser
comprendido únicamente en el terreno personal.
Los actos humanos van más allá del bien y el mal, de lo bueno o lo malo, o según con
el cristal con que se vea. El buen funcionamiento va desde un apartado de voluntad y
empatía, de querer para mí lo mismo que para los demás; dirigiendo el respeto hacia
la dignidad humana como derecho básico a la vida.
Por ejemplo, existen países donde la privación de la libertad es una sanción necesaria
para corregir el mal comportamiento del individuo, regida por normas y leyes. Pero también existen países donde la propia sociedad aplica sanciones directas a los malos
actos cometidos, como es en el caso de algunos países donde lapidan a las mujeres
por su mal comportamiento. Ambas acciones tienen como finalidad el buen
funcionamiento social, a pesar de ir en contra de la propia vida.
1.1.1. Ética en el ámbito universal
Valores Universales
Para el estudio de la ética existen diferentes corrientes teóricas que permiten su
estudio y desarrollo: son diferentes enfoques de pensamiento que obedecen al
contexto histórico-social al que corresponden.
Existen diversas corrientes filosóficas como el idealismo, realismo, escepticismo,
dogmatismo, empirismo, racionalismo, pragmatismo, materialismo, existencialismo,
entre otras.
Entre las corrientes filosóficas para el estudio de la ética se pueden mencionar las
siguientes:
- Filosofía griega (Sócrates, Platón y Aristóteles): se resaltan las virtudes del hombre, donde "la felicidad es el bien supremo y el fin último del hombre"
- Filosofía de la razón (Kant): trata sobre la razón en términos teóricos y prácticos, estableciendo "los principios del acción y las condiciones de la libertad".
- Filosofía desde el utilitarismo (Stuart Mill): busca la mayor utilidad y/o beneficio para el mayor número.
Una de las corrientes filosóficas más representativas en el estudio de la ética es la que
desarrolló Immanuel Kant, quien estuvo inmerso en una sociedad moderna que exigía
la aplicación de la razón y las leyes para mejorar las relaciones sociales en un Estado
regulado no solamente por las leyes de la naturaleza, sino de la misma sociedad a
través de contratos que especificaban el mejor funcionamiento de todos los elementos
de la sociedad. La frase reconocida de Rousseau: El hombre nace libre, pero en
todos lados está encadenado.
Immanuel Kant (1724-1804) intentó una fundamentación
filosófica de los derechos morales a la que llamó imperativo
categórico, la cual requiere que cada individuo sea tratado
como persona libre igual a cualquier otra. En la actualidad, el
pensamiento de Kant continúa teniendo gran vigencia en
diversas disciplinas, como filosofía, derecho, ética, estética,
ciencia y política.
La filosofía kantiana tiene mucha aceptación, sin embargo, tiene algunas limitaciones:
es un principio genérico, no puede señalar por sí mismo qué derechos morales
particulares tienen los seres humanos.
La teoría no es universal ni se puede aplicar a todos los casos. Por ejemplo “un
delincuente debe ser castigado” es un principio no moral en la conciencia del
delincuente, ya que él no querría que se convirtiera en norma o ley general.
No siempre es fácil saber si uno utiliza a los demás como medios. De alguna manera,
el imperativo categórico no es suficiente para fijar los límites de los derechos humanos
y para equilibrar los diferentes derechos que pueden entrar en conflicto. La realidad
social, en efecto, enseña que sobre estos dos puntos no hay dictámenes universales
del imperativo categórico, sino gran diversidad de opiniones. Existen muchos ejemplos
en donde la teoría de Kant es equivocada, pero en el comportamiento social es
siempre éticamente positivo. Tratar a los demás no sólo como medios, sino como
fines, como personas libres e iguales en dignidad.
Recuerda:
Una persona tiene un derecho cuando está legitimada o tiene un título a comportarse
de determinada manera o a exigir de los demás que se comporten respecto a ella, de
determinada manera.
Existen derechos legales (derivados de la ley) y derechos morales (cuando existen
independientemente de la ley y se les conoce también como derechos humanos o del
hombre, ya que están basados en normas y principios morales propios de los seres
humanos). Los derechos humanos pueden ser universales y se caracterizan por
- Estar estrechamente vinculados a los deberes correlativos.
- Exigir autonomía e igualdad para los individuos en la libre prosecución de sus
intereses.
1.1.2. Los derechos del hombre
Un derecho es un título individual, se dice que una persona tiene un derecho cuando está legitimada o tiene un título a comportarse de determinada manera o a exigir de los demás que se comporten respecto a ella de determinada manera. Los derechos pueden ser:
El filósofo alemán Emmanuel Kant* intentó una fundamentación filosófica de los derechos morales a la que llamó imperativo categórico.
Éste se refiere a que cada individuo sea tratado como persona libre igual a cualquier otra.
Kant elaboró dos formulaciones del imperativo categórico:
- Nunca he de actuar excepto de tal manera que yo pueda también querer quien criterio pueda convertirse en ley universal.
- Una acción personal es moralmente recta si, al ejecutar la acción, esa persona no utiliza a los demás meramente como medios para promover sus propios intereses, sino respeta y favorece su capacidad de decir libremente por si mismos.
Velásquez (2006) menciona que el imperativo categórico incorpora dos criterios para determinar el bien y el mal moral: la universalidad y la reversibilidad.
La filosofía kantiana tiene mucha aceptación, sin embargo, tiene algunas limitaciones. Es un principio genérico, no nos puede señalar por sí mismo qué derechos morales particulares tienen los seres humanos. La teoría no es universal ni se puede aplicar a todos los casos.
De alguna manera, el imperativo categórico no es suficiente para fijar los límites de los derechos humanos y para equilibrar los diferentes derechos que pueden entrar en conflicto.
La realidad social, en efecto, nos enseña que sobre estos dos puntos no hay dictámenes universales del imperativo categórico, sino gran diversidad de opiniones. Existen muchos ejemplos en donde la teoría de Kant es equivocada, pero en el comportamiento social es siempre éticamente positivo:
1.1.3. La ley natural
Santo Tomás de Aquino* define la ley natural como la participación en la criatura racional de la ley eterna en la mente de Dios.
De acuerdo con su escuela, la Filosofía perenne, Dios gobierna el Universo con eterna y majestuosa sabiduría, y amorosa providencia . Dicho gobierno se expresa y realiza de manera diferente en los seres irracionales incapaces de autogobernarse por sí mismos y en el hombre.
La ley natural ofrece principios y criterios en dos niveles, uno general y otro próximo a las circunstancias concretas de cada cuestión o conflicto ético a resolver. Es un cimiento válido y el fundamento sólido para la ética en general y para la ética en los negocios en la empresa.
En el área de la ética de los negocios, las ideas de justicia y equidad ayudan a aproximar los principios generales de la ley natural de las demás filosofías a los problemas concretos. Para ello, que tener claros dichos términos:
Por ejemplo, cuando hay que administrar normas y reglas; y cuando las personas son castigadas por el mal que han realizado, o compensados por los daños que han sufrido.
Tipos de justicia
En cierta forma los derechos morales individuales están basados en la justicia. Se suelen distinguir tres
especies de justicia:
Justicia conmutativa:
Pretende regular el principio de igualdad, es decir uno debe recibir lo mismo que uno hace. De aquí nace
precisamente la idea de una divinidad que lleva una venda sobre sus ojos para asegurar una conducta
imparcial, ya que en este contexto, se evalúa solo lo relativo a la acción y todo lo involucrado con ella.
Aristóteles señalaba que “No importa, en efecto, que el hombre bueno haya despojado a uno malo o al revés,
la ley solo mira la naturaleza del daño y trata a ambas partes como iguales, al que comete la injusticia y al
que la sufre, al que perjudica y al perjudicado”, la igualdad que se pretende restablecer – dado que se trata de
sancionar los crímenes – es aritmética, esto es: que el que debe diez, pague diez.
Justicia distributiva:
Consiste en el reparto de las cargas, empleos y beneficios, en razón de las capacidades objetivas y méritos
de los gobernados.
La igualdad, en este tipo de justicia, consiste en hacer desiguales a los desiguales, es pues una igualdad
proporcional que no es aritmética sino geométrica, por ejemplo si un premio que se ha de distribuir tiene un
valor de seis, pero uno tiene merito como de doce y el otro como de ocho, se dan cuatro al primero y dos al
segundo.
La finalidad de la justicia distributiva es la defensa de los derechos de los ciudadanos. Distribuye los bienes o
cargas, de modo proporcional a las capacidades de cada persona. Así, las cargas fiscales deben recaer más
sobre quienes objetivamente tienen mayor capacidad de aportar, y menos a los que no tienen.
En la ética en los negocios, este tipo de justicia es el más importante. Ya que, en síntesis, su principio
señala que los iguales han de ser tratados igualmente y los desiguales, desigualmente. Por tanto, entre más
responsabilidades se tiene, mayores beneficios se tendrán también.
Justicia social:
Esta justicia es considerada como un imperativo ético, político y jurídico del estado, cuyo núcleo es la idea
inviolable de la dignidad humana, de la libertad y de la solidaridad.
La equidad es el signo de la justicia social, se remite a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Coloquialmente se cita que mientras la justicia tradicional es ciega, la justicia social debe quitarse la venda
para poder ver la realidad y compensar las desigualdades que en ella se producen.
1.2. Ética profesional
Ya has revisado la descripción de Ética, ahora se presenta la descripción de la ética profesional, conocida también como Deontología:
La primera profesión a la que se aplicó la deontología fue la medicina en 1845. Después se introdujo en otras, pero sólo como un pequeño reglamento.
Actualmente estas normas mínimas existen prácticamente en la mayoría de las profesiones universitarias (de administradores, abogados, ingenieros, periodistas, médicos), carreras técnicas y profesionales (contadores); labores públicas, empresariales y políticas; e incluso en pequeños oficios, como el de los bibliotecarios.
Este pequeño reglamento está expresado en lo que se conoce como códigos de ética, ya sean nacionales e internacionales, de los cuales también hablaremos en este tema.
Los códigos de ética son los que dirán qué es lícito e ilícito, correcto e incorrecto, aceptable e inaceptable; por tanto, no debe estar ajeno a la actuación profesional.
Cabe mencionar que las faltas a los códigos de ética no están regidas por una sanción del Estado (excepto que se infrinjan las leyes), sino que son los órganos de autocontrol de las respectivas profesiones los que encargan de estos asuntos, es decir, los colegios profesionales.
Hay personas que dejan a un lado los márgenes delimitados por los códigos de ética, generalmente por un afán de lucro inmoderado. Por ejemplo, al defraudar a la empresa en la que prestan sus servicios, o al recibir un pago adelantado por un servicio profesional que nunca llegan a realizar, creen que con eso saldrán de una crisis momentánea, sin embargo, es bien sabido que lo único que pueden obtener es la cárcel.
Éxito, dinero y placer son factores, que si no son aprovechados de buena manera pueden conducir a una falta de ética.
1.2.1. La Deontología
Santos et. al. (2008), menciona que la Deontología entraña una serie de virtudes y actitudes que los profesionistas deben poseer y aplicar para hacer posible la moralización de la comunidad. Entre las virtudes que conforman un ejercicio ético de la profesión se encuentran la justicia, la caridad, la virtud intelectual y la dignidad personal.
De acuerdo con este autor, el término Deontología se atribuye a Jeremías Bentham (1832), quien la entendía como un saber que enseña al hombre la manera de dirigir sus emociones para que queden subordinadas, en cuanto sea posible, a su propio bienestar.
Para Bentham, la Deontología se aplicafundamentalmente al ámbito de la moral. Es decir, a aquellas conductas del hombre que no forman parte de las hipótesis normativas del derecho vigente, aquellas acciones que no están sometidas al control de la legislación pública.
Cuando esta teoría se aplica al estricto campo profesional, se habla de Deontología profesional y es ella, en consecuencia, la que determina los deberes que son mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad.
Es habitual que estos deberes se plasmen en códigos. Por ello se habla de determinados códigos de ética en diversas profesiones, como documentos que rigen la actuación de los representantes de una profesión con el fin de que, mediante el buen hacer, se obtengan resultados deseables.
Los filósofos griegos, como Aristóteles, manifestaban que si una sociedad, pueblo, nación o país quería prosperar, debía existir en ella el progreso, no sólo desde el punto de vista de la técnica, la ciencia o la economía sino también de las personas.
Para que este tipo de progreso pueda consolidarse y perdurar, necesita indiscutiblemente que cada uno de los componentes de la sociedad aplique sus virtudes morales en su quehacer cotidiano.
Actuamos en nuestra vida diaria (familiar, académica, laboral, social, etc.) bajo un: Código de
comportamiento moral.
Lo hemos integrado antes de nuestro nacimiento, porque sus factores:
• Genético
• Familiar
• Académico: Escuelas, Colegios, Universidades, Etc
• La presión social
• Creenciasreligiosas
Tienen influencia importante en todos los individuos.
Lamentablemente, en la actualidad el ser humano atraviesa una Crisis de identidad.
No otorga la importancia necesaria a la actuación Ética, Moral, Responsable y Adecuada que cada una de
sus actividades, tanto en el ámbito académico como profesional y personal, requieren.
Hoy en día se ha dado prioridad a los llamados antivalores. Las consecuencias podemos palparlas en cualquier
ámbito.
La sociedad exige que nuestras actividades diarias tengan como directriz principal la moral y la ética.
En la administración debemos indiscutiblemente manejarnos no sólo con parámetros académicos, sino que
imperativamente nuestro actuar deberá basarse en la deontología ya que las repercusiones se manifestarán no
sólo en la parte económica sino también en la parte social y sobretodo en la legal.
Profesión
Comencemos por definir la profesión antes que la ética profesional. La palabra profesión se define desde
su origen del latín: professio-onis que significa “acción y efecto de profesar”. Por profesión se entiende una
ceremonia en la que alguien profesa algo, pero al mismo tiempo se refiere al empleo, o facultad que alguien
ejerce y por el que se recibe una retribución. Otra definición es “costumbre o habilidad de la que puede
jactarse alguien”.
Profesión se puede definir como una actividad personal, puesta de manera honrada y estable al servicio de los
demás y en beneficio propio.
La palabra profesión estrictamente se designa para las carreras universitarias.
Pero hablando de manera general, también incluye los oficios y trabajos permanentes que son remunerados,
aunque no se requiera de un título universitario.
La ética de las profesiones se entiende como una de las éticas aplicadas que se nutre de variadas fuentes
como son: la tradición heredada de los profesionistas y las demandas sociales, entre otras.
La actividad
profesional había estado al servicio de los ideales de vida buena y de convivencia justa. Como buena vida
entendemos la aspiración ética que orienta los proyectos de vida que las personas eligen para sí mismas de
una forma autónoma; y por realización personal, el desarrollo del potencial y los ideales de superación. Ambas
están asociadas con la vida buena.
En la sociedad actual, la aspiración de trazar un proyecto de vida se considera como un derecho legítimo. Por
tanto, resulta de suma importancia poner atención a la idea de convivencia justa, que es la propuesta ética
cívica con la finalidad de que el profesional pueda ajustar su proyecto de realización personal a esa exigencia.
La forma de actuar de los profesionales tiene una repercusión directa o indirecta en las vidas de las personas
dentro de nuestra sociedad. Por ello es importante que el profesional cuente con un marco de referencia claro
acerca de los principios éticos y los ideales de comportamiento que oriente sus decisiones en lo referente a la
profesión.
1.2.2. ¿Que es la ética profesional?
Ética profesional
La ética profesional no difiere mucho de la ética en general, su diferencia radica en la aplicación o campo de
acción. La aplicación de la ética profesional se encuentra en las circunstancias concretas de cada profesión.
Entendemos que la ética es una búsqueda racional para lograr vivir mejor, tomando en cuenta los deseos
personales, y las diferentes circunstancias que influyen en el contexto de nuestra vida como seres sociales.
Al convivir en sociedad necesitamos mantener relaciones cordiales con las personas con las que
interactuamos, ya sea en el ámbito familiar, laboral, escolar o social, para ello requerimos de una serie de
reglas que son impuestas, dependiendo de las características que tiene cada sociedad en particular.
En
dichas reglas se señala que está bien o que está mal, qué actitud es permitida o cuál no, en pocas palabras
todo aquello que deseamos sea respetado y que los demás hagan o nosotros hagamos para vivir en armonía.
En virtud de que el entorno social y cultural de cada región es diferente, no podemos decir que son las
mismas reglas para todas las sociedades existentes. Como lo anterior, la ética profesional sólo se aplica al
ámbito profesional, estableciendo reglas de convivencia que nos permitan mantener relaciones profesionales
efectivas.
González (2010) menciona una definición ofrecida por el filósofo y sociólogo Max Weber* según la cual, la profesión es “la actividad especializada y permanente de un hombre que normalmente, constituye para él una fuente de ingresos y, por tanto, un fundamento económico seguro de su existencia (La ética protestante y el espíritu del capitalismo)”.
Es muy importante tener cuidado al juzgar como profesional cualquier ocupación que no requiera un título
universitario, acción que sucede frecuentemente en nuestra vida. Es común decir que un albañil realiza
un trabajo muy profesional o comentar que un ladrón robó tal cosa de manera profesional. Estos ejemplos
quedan fuera de lo que realmente es ser profesional, posiblemente le damos dicho adjetivo porque lo que
realizaron lo hicieron muy bien, a pesar que en el caso del ladrón no se habla de que la actividad que realiza
sea buena, sino que éste llevó a cabo su fechoría con mucho cuidado. Es importante que nos quede claro que
ser profesional requiere de otros elementos para que así lo sea.
Para González (2010), el que una persona posea una destreza, cualquiera que ésta sea, no basta por sí
misma para calificar al todo de la acción de esa persona. Podrá tener algo de profesional, pero al menos que
tenga también otras características esenciales, no puede decirse que cualquier ocupación sea una profesion,
y que cualquier persona dedicada a ella sea un profesional.
Tenemos claro que cada profesión tiene sus propias características bien definidas y no todas comparten
la misma forma de responder ante diversas situaciones. Para ser profesional se requiere de un
profesionalismo, basado en una serie de principios que varían dependiendo cada disciplina. Sin
embargo, podemos mencionar algunos básicos que permiten lograr el profesionalismo y son empleados
en diferentes campos. La aplicación de los principios comunes para el profesionalismo dependen de cada
profesión con base en las circunstancias muy específicas con las que se tenga que enfrentar.
1.2.3. Los deberes profesionales
En el ejercicio de las profesiones se producen bienes y servicios que la sociedad demanda. Éticamentehablando entendemos por bienes, lo que se desea. Existen bienes materiales e inmateriales.
Todas las personas estamos compuestas por bienes, materiales o no. En el ejercicio de la profesión es importante recordar que las profesiones están constituidas socialmente, por lo que pueden atraer o acarrear bienes externos, como fama, competencia, dinero, etc.
Específicamente hablando de bienes externos, entre más tienen unos, menos tienen los demás, no es el mismo caso si entre más poder obtiene un individuo ético, mejor existencia habrá para los otros. En la práctica profesional, producir bienes internos a la profesión es una acción deseada por el profesional y, al ser su profesión un producto social, el bien es al mismo tiempo un deber.
Cuando un profesional realiza su trabajo con honestidad dentro y fuera de la práctica profesional, le traerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser un estímulo que lo impulsará con mayor seguridad en el recto ejercicio de su profesión.
Son diversos los elementos que influyen en el actuar de un profesional.
1.2.4. Vocación y finalidad profesional
Vocación y finalidad profesional
La vocación es la transcripción de vocatio que proviene de vox (voz), y significa “palabra”. Vocación significa
el llamado que se efectúa por la palabra, sería la palabra nacida desde el interior de cada persona como un
llamado que convoca a ir hacia una dirección. Se dice que quien tiene vocación es aquél que ha recibido
un llamado proveniente de una voz que emana desde la conciencia de cada cual. En términos generales la
vocación es un asunto opcional y personal. En el siglo XIX, con el advenimiento de la Revolución Industrial,
las diversas profesiones se ven en la necesidad de entrar en un proceso de especialización. Sáenz (2002)
expresa que la elección de la profesión debe ser completamente libre. El sujeto debe guiarse por sus propias
cualidades y circunstancias. Quien elige de acuerdo con su propia vocación tiene garantizada ya la mitad de
su éxito laboral.
La vocación se entiende como la disposición para que una persona sea especialmente apta, para
realizar determinada actividad profesional. Las personas que eligen la profesión de acuerdo con su propia
vocación tienen garantizada parte del éxito laboral, por su parte aquellas personas que no consideran sus
cualidades y preferencias durante su elección, debido a diversos motivos, como la tradición familiar, tienen
asegurado un gran porcentaje de su fracaso laboral. La profesión es algo que debe ser elegida de manera
libre.
La finalidad del trabajo profesional es el bien común. Durante la capacitación para ejercer un trabajo, se
orienta al profesional para realizar un mejor rendimiento en las actividades especializadas a fin de lograr un
beneficio para la sociedad. Por ejemplo, un abogado lucha por la justicia. Una profesión sin una finalidad se
convierte en un medio de lucro o en el instrumento de degradación moral de la persona.
1.2.5 Capacidad profesional
El profesional debe tener entre sus cualidades y con base en su preparación, tres capacidades básicas: la
capacidad intelectual, moral y física.
1.3. Ética profesional en la administración
En nuestra sociedad existen muchos principios aceptados de lo que es correcto e incorrecto, los cuales son
universalmente reconocidos y también están codificados en leyes.
Leyes que gobiernan la responsabilidad del producto
El quebrantamiento de estas leyes no sólo va contra la ética, sino que también es ilegal. Por ejemplo, en el
área de los negocios existen leyes que gobiernan la responsabilidad del producto (Ley Federal de Protección
al Consumidor), los contratos y el cumplimiento de los mismos (Código Civil), la protección de la propiedad
industrial (Ley de Propiedad Industrial), la conducta competitiva (Ley antimonopolios) y la venta de valores
(Ley de Mercado de Valores).
Rentabilidad de la empresa
En esta asignatura se sostiene que la meta primordial de los administradores es la aplicación de estrategias
que maximicen la rentabilidad a largo plazo y el crecimiento de las utilidades de la empresa, sin pasar por
alto el deber y la ética profesional. Por ello, los administradores deben actuar dentro de la ley cuando traten
de maximizar esa rentabilidad de la empresa. Como se ha visto en esta unidad, existen administradores que
quebrantan la ley y otros que se aprovechan de las no pocas ambigüedades y claro-oscuros del sistema legal.
Todo ello con el fin de emprendrer acciones que, en el mejor de los casos, son legalmente sospechosas y
claramente no éticas.
La conducta ética va más allá de los límites de la ley.
Es importante comprender que la conducta ética va más allá de actuar dentro de los límites de la ley. Por
ejemplo, la empresa Nike tiene fábricas en países en vías de desarrollo en las que se explota al trabajador
al producir zapatillas destinadas a los consumidores de los países desarrollados. Aunque la empresa no
quebranta ninguna ley por usar mano de obra barata [*] y tampoco sus subcontratistas, muchos consideran
según los estándares del mundo occidental, que no es ético explotar la fuerza laboral. En esta sección se
examina la importancia de una ética en las organizaciones, así como la importancia de que éstas tengan
un código de ética que regule las actividades de los administradores como líderes de la organización y las
medidas que pueden tomar para asegurarse de que las decisiones estratégicas para maximizar utilidades no
sólo sean legales, sino también éticas.
Problemas éticos
Los problemas éticos a los que se enfrentan los administradores abarcan una amplia gama de temas que
verás en la unidad tres. Sin embargo, la mayoría de ellos se suscitan debido a un conflicto potencial entre las
metas de la empresa o de los administradores y los derechos fundamentales de interesados importantes, es
decir, accionistas, clientes, empleados, proveedores, competidores, comunidades y el público en general. Los
interesados tienen derechos básicos que se deben respetar y no es ético violarlos.
1.3.1. Códigos de Ética y moral
La ética profesional se representa por medio de los llamados códigos de ética implementados dentro de toda empresa u organización. Éstos son los instrumentos que compilan en un solo lugar un conjunto de normas de ética profesional.
Por ejemplo: una asociación profesional puede formar comités de ética a los que se reconoce como autoridad y a los que se les encarga definir los criterios orientadores para todos los integrantes del grupo.
Los códigos de ética son instrumentos establecidos por el interés de un grupo en particular,
para orientar las acciones morales de sus integrantes en un determinado sentido. Idealmente contienen criterios para orientar la acción más que para controlarla.
El código de ética profesional tiene que ser particular, ya que responde a las situaciones frecuentes o importantes para una profesión
Los principios mínimos que deben contener los códigos de ética empleados en el ámbito
profesional son:
Los principios de los códigos de ética son de largo alcance y pueden aplicarse en situaciones concretas dentro de la administración de una empresa u organización.
Los instrumentos del código de ética no pueden influir en la actuación de las personas, pero sí pueden incluirse en las conductas cuando forman parte de un entorno de reforzamiento de la conducta ideal.
Son muchas las ventajas internas y externas que se pueden lograr siendo éticos y aplicando, mediante un código de ética, esas normas y valores que permiten mejorar en el cumplimiento de los objetivos o propósitos de la empresa u organización, y además atraer una serie de beneficios externos que lograrían la diferencia en el mercado y sus competidores.
Cada empresa u organización al aplicar la ética tendrá sus propios beneficios, dependiendo los objetivos que se propongan cumplir.
De alguna forma esto es verdad, ya que contar con conocimientos es una de las características del profesional. Sin embargo, no es la única ni la más importante. Lo que da sentido a la existencia de las profesiones es la búsqueda del bienestar del hombre en lo individual y en lo colectivo.
Esto cobra importancia en la actualidad, cuando el hombre se ve rodeado por una visión altamente pragmática y utilitarista, donde lo más importante es la búsqueda del bienestar económico, lo que
parece ser el objetivo de nuestra sociedad.
El profesional se ha convertido en uno de los elementos más importantes de las empresas, al grado que en un futuro inmediato no será suficiente incorporar la visión tecnológica, ni mejorar la relación económica si no se incorporan valores en el manejo y conducción de las actividades de la empresa, en los que el profesional desempeñe una función primordial.
La creación de profesionales donde la visión humanista no se contemple está destinada a fracasar.
Se puede contar con los avances científicos, pero sin los valores esenciales del hombre, ni las empresas ni los individuos se realizarían y al final terminaríamos con todo lo que nos rodea.
El profesional necesita incorporar en su formación científica valores éticos fundamentales que le permitan satisfacer demandas sociales, en su práctica, como el compromiso personal y social. Sus acciones deben ser orientadas por los valores dirigidos a ayudar a la sociedad, al ambiente y a ellos mismos. Por ello:
La realización profesional depende del buen comportamiento ético.
1.3.2. La importancia de una práctica Ética en las organizaciones
Ser un administrador efectivo en una empresa u organización es una labor muy demandante, pero en la actualidad, se enfrentan desafíos muy particulares. La cada vez más alarmante contaminación industrial recuerda que al destinar recursos, los administradores inevitablemente incurren en ventajas y desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer.
El estudio de quién resulta y debe resultar beneficiando o perjudicado por una acción en particular, se denomina ética. Esta disciplina filosófica estudia también quién goza de derechos de cualquier índole.
En un plano superficial, es relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las técnicas de la toma de decisiones éticas, para poder establecer juicios de orden moral más adecuados.
Desde el punto de vista meramente filosófico, la ética es la ciencia que estudia las actuaciones humanas en cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud. En general toda ética pretende determinar una conducta ideal del hombre.
Desde la perspectiva de la ética especial o deontología, que trata de los deberes impuestos al hombre según los distintos aspectos o campos en que se desarrolla su vida, es donde se puede ubicar su importancia en el desarrollo del ejercicio profesional de la administración de personal.
Las normas éticas y morales sobrepasan las prohibiciones de la ley y el lenguaje de "no debes", e incluyen las cuestiones del deber y el lenguaje de "se debe y no se debe hacer".
La ética se refiere al deber humano y a los principios en los que se apoyan estas obligaciones.
Todas las empresas tienen una obligación ética, en términos de normas y deberes, como simples reglas; y en términos de valores, como libertad, igualdad, solidaridad, respeto activo y diálogo.
La administración de personas con las directrices del ejecutivo principal y de los propietarios, debe promover la generación de tres elementos éticos fundamentales que permitan el desarrollo de los valores.
La ética de las responsabilidad, la ética el interés de todos y la ética de la organización.
La ética es relevante para todo individuo y, sin duda alguna, se encuentra inmersa en el ámbito empresarial. En cada decisión siempre deberá tomarse en cuenta la ética. Sin importar si se trata de negociaciones con nuestros proveedores, nuestros colaboradores o nuestros competidores, la ética siempre deberá estar presente.
Hoy en día existen más organizaciones que luchan por una transparencia en las actividades basadas en códigos éticos y el uso de Internet como herramienta de comunicación social. Las empresas deben considerar la ética como valor indispensable antes de actuar.
"Sin valores sólidos estamos acercándonos al desastre de nuestra organización".
Desafortunadamente, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores, los resultados financieros sin darse cuenta que la ética profesional puede ser una fuente de ventajas competitivas, ya que mediante ella se pueden atraer clientes potenciales y colaboradores de primer nivel.
El comportamiento ético dentro de las empresas es de gran importancia para todos los integrantes de la misma: directivos, supervisores, niveles operativos, etc., ya que todos y cada uno de influyen ene la productividad organizacional.
En esta motivación influyen numerosos factores, mismos que son atendidos por los directivos de la empresa, pero no en su totalidad. Para que exista una motivación plena, el trabajador debe sentirse satisfecho en todos los aspectos, incluyendo el aspecto moral.
Cualquier persona que labore en una empresa, independientemente de su posición jerárquica, puede experimentar insatisfacción cuando algunas actividades, políticas o toma de decisiones las perciben como "poco éticas".
En varias ocasiones, hemos escuchado a diversas personas, la expresión: “No es justo, tal persona llega tarde y a los demás nos descuentan del sueldo o nos castigan”, “si le falta dinero al cajero, tiene que pagar el faltante, pero si sobra no dicen nada y se quedan con él”, “qué puedes esperar del gerente, si sobornó a los del sindicato para que firmaran el contrato”.
Podríamos seguir listando un sinfín de ejemplos que cotidianamente desmotivan a los trabajadores y, con ello, disminuye la productividad.
Es muy probable que la insatisfacción individual influya en el clima laboral y, con ello, la desmotivación se generalice produciendo resultados negativos para la empresa.
Otro aspecto importante en que influye la ética es la toma de decisiones. Un directivo puede tomar un sinfín de decisiones rutinariamente, sin embargo, pocas veces se cuestiona sobre el efecto benéfico o perjudicial que pueda tener la decisión en otras personas, ya que generalmente se atiende sólo a los objetivos de la empresa. Lo anterior no significa que no deben atenderse los intereses de la empresa, sino que deben tomarse las decisiones con otro enfoque.
Por ello, el directivo debe considerar la prudencia, responsabilidad, visión, autocontrol, etc, en su toma de decisiones y no solamente el aspecto cuantitativo de la misma, si producirá ganancias u oportunidades de crecimiento a la empresa, sino también las repercusiones que pueda tener en los trabajadores.
De esta forma, en una negociación, se buscará el beneficio de ambas partes, en condiciones de equidad; o en un plan de reorganización de la empresa se pretenderá prescindir del menor número posible de empleados u orientarlos hacia otros trabajos.
Cuántas veces hemos oído, incluso dicho: “no hagas tratos con él, es muy corrupto”, “mejor no entre a trabajar en esa empresa, tratan muy mal al personal y si no eres amigo del gerente, te pagan menos”, “con él no tienes problema, es muy recto en sus tratos”, “no compres en esa empresa, a cada rato te dan gato por liebre en lo que venden o viene con menor peso”.
Con lo anterior, podríamos inferir la importancia que tiene la reputación en una empresa o individuo.
Tal vez un excelente trabajador que desee colaborar en nuestra empresa se desmotive ante nuestra reputación y prefiera laboral con nuestra competencia.
Cuando una empresa o individuo tiene un comportamiento ético, estará generando confianza en los demás. La confianza es un factor indispensable para lograr un trabajo armónico en cualquier empresa.
Si un trabajador tiene confianza en su jefe, estará seguro de que las decisiones que éste tome serán en beneficio de todos, y cuando el jefe confía en su subordinado, estará seguro que pondrá su mejor empeño en las actividades encomendadas.
Con base en lo anterior, se puede afirmar que el comportamiento ético produce enormes beneficios para la empresa y los trabajadores. Con ello, se puede lograr la lealtad de los empleados y los clientes hacia la empresa.
El comportamiento ético ayuda a fortalecer a los líderes empresariales, porque en los líderes que actúan correctamente, sus subordinados perciben a alguien que hace bien las cosas, que no busca perjudicarlos y, por tanto, que vale la pena apoyarlo en todo
Un efecto muy importante y tangible del comportamiento ético dentro de la empresa, son los costos y gastos.
¿Qué sentido tiene gastar en los controles de asistencia, como reloj, tarjetas, supervisión, entre otros, si en caso de una inasistencia el mismo trabajador informará de la situación responsable?
La ética es indispensable para lograr rentabilidad en los negocios, ya que éstos se hacen con y para personas. Por ello, es un error llevar la interacción estrictamente al enfoque del beneficio provechoso para el que se considera más fuerte.
La honradez de nuestra organización es una de las exigencias del hombre y, por supuesto, de nuestros clientes.
En la competencia empresarial aplica la estricta visión de la ética.
Ramas de la ética
Partiendo de la idea de que el dilema de qué hacer en cada situación concreta es un
problema práctico-moral y no teórico-ético, es decir, desde la perspectiva de la
aplicabilidad que tienen los conceptos mencionados, se puede hablar de diversas
ramas de la ética, como las mencionadas a continuación:
Ética normativa
La ética normativa es el estudio de la acción ética. Es la rama de la ética filosófica
que estudia el conjunto de preguntas que surgen cuando se considera cómo se
debe actuar, moralmente hablando. La ética normativa es distinta de la meta-ética
porque examina las normas de lo correcto o incorrecto de las acciones, mientras
que meta-ética estudia el significado del lenguaje moral y la metafísica de los
hechos morales.
La ética normativa es también distinta de la ética descriptiva, ya que ésta es una
investigación empírica de las creencias morales de las personas. Para decirlo de
otra manera, la ética descriptiva se ocuparía de determinar cuál es la proporción
de personas que creen que matar es siempre malo, mientras que la ética
normativa se ocupa de si es correcto para sostener esa creencia. Por lo tanto, la
ética normativa es a veces llamada prescriptiva más que descriptiva. Sin embargo,
en algunas versiones de la vista meta-ética llamadas realismo moral, los hechos
morales son descriptivos y prescriptivos al mismo tiempo.
Ética aplicada
La ética aplicada es una disciplina de la filosofía que trata de aplicar la teoría ética
de situaciones de la vida real. La disciplina tiene muchos campos especializados,
tales como la ética, la bioética, ingeniería geoética, la ética de servicio público y la
ética empresarial.
Las preguntas específicas
La ética aplicada se utiliza en algunos aspectos de la determinación de las políticas
públicas, así como por las personas encargadas de la toma de decisiones que
enfrentan cuestionamientos difíciles. Un ejemplo de preguntas formuladas por la
ética aplicada son: ¿Es inmoral la eutanasia?, ¿cuáles son los derechos humanos y
cómo los determinamos? o ¿los animales también tienen derechos?
Por su parte, autores como Alexander Frank Skutch y Víctor Alba de la Vega,
mencionan las siguientes divisiones de la ética:
- Ética histórica: se dedica a rastrear el crecimiento de las prácticas y los
ideales morales a través de los siglos.
- Ética analítica: estudia los fundamentos innatos de la moralidad.
- Ética aplicativa: interesada en los efectos concretos de la conducta.
- Ética exhortiva: concerniente a la formulación y diseminación de los ideales
morales y la educación moral de los jóvenes.
Disciplinas relacionadas
Si se considera que la ética no es ajena a la vida cotidiana, dado que derivado de las
relaciones humanas surgen en todo momento dilemas éticos, se puede saber que
existe interdisciplinariedad para la aplicación de los principios éticos que has
estudiado.
Son diversas las áreas y disciplinas con las cuales se entrelaza el estudio de la ética.
- Bioética. La bioética es el estudio de la ética polémicas provocadas por los
avances de la biología y la medicina. Bioeticistas se refieren a las cuestiones
éticas que surgen en las relaciones entre las ciencias de la vida, la
biotecnología, la medicina, la política, el derecho y la filosofía. También incluye
el estudio de las preguntas más comunes de los valores que se presentan en
la atención primaria y otras ramas de la medicina.
- Periodismo. Desde la perspectiva periodística, “perder credibilidad es lo peor
que le puede ocurrir a un medio de comunicación”. De manera que el periodista
no puede ni debe incurrir en acciones ilícitas bajo ninguna circunstancia. Casos
de concesiones o entrevistas que garanticen una gran audiencia son muy
conocidos, lo que es incuestionable en el ámbito periodístico es que conseguir
información a toda costa no sólo es un delito sino que arrastra consigo y pone
en riesgo la respetabilidad del medio y del buen nombre del periodista.
- Derecho: García (2012) asegura que “en más de una ocasión el derecho ha
proclamado sus compromisos con la ética y ese compromiso debe ser visto
con rigor: puede beneficiar al ser humano o causarle daño”. De igual forma se
afirma que la sociedad entre ética y derecho ha engendrado libertad, de
manera que ambas confluyen y guían el bien actuar de los seres humanos.
- Política: La ética política es la práctica de hacer juicios morales sobre la acción
política y los agentes políticos; sin embargo, Salazar (2013) nos advierte que la
relación entre política y moral debe ser abordada también desde la perspectiva
de los gobernados, ya que las relaciones de poder, tanto en sentido
ascendente como descendente, debe ser valoradas desde el punto de vista
ético. En el corazón de la discusión entre ética y política se encuentran
discusiones que cuestionan si “el fin justifica los medios”, o si “la única ética
que cuenta es la ética de los resultados”.
- Empresarial: La ética empresarial es una forma de ética aplicada o ética
profesional que examina los principios éticos y problemas morales o éticos que
surgen en un entorno empresarial. Se aplica a todos los aspectos de la
conducta empresarial y es pertinente a la conducta de las personas y
organizaciones enteras.
CURSO IMPARTIDO POR CONCEPCIÓN LICEA PICHARDO
Unidad 2. La Ética en los negocios
2.1. La ética en los negocios
En la unidad anterior revisaste, de manera general, que la ética es la ciencia del deber ser en el ser, o el conjunto de principios normativos que fundamentan los deberes y derechos de todo ser humano.
Sin embargo esta unidad, no se refiere a la ética en general, sino a un campo particular de ella, la ética en los negocios.
La ética en los negocios es un estudio especializado de los que moralmente es correcto e incorrecto. Se concentra en los estándares morales al ser aplicados a las instituciones, las organizaciones y el comportamiento en los negocios.
Existen diversos grupos en nuestra sociedad que tienen fines comunes y su estructura de organización es diferente, son llamadas normalmente instituciones (Velázquez, 2006).
Las organizaciones de negocios son instituciones principalmente económicas mediante las cuales las personas de la sociedad moderna realizan las tareas de producir y distribuir bienes y servicios.
Las organizaciones proporcionan las estructuras fundamentales y dentro de ellas, los miembros de la sociedad combinan sus escasos recursos: tierra, trabajo y capital, para convertirlos en bienes sutilizados y proporcionan los canales por los que estos bienes se reparten en forma de productos para el consumidor, salarios de empleados. rendimientos para los inversionistas e impuestos para el gobierno, esto generalmente es un negocio.
La ética en los negocios es el estudio de los estándares morales u de como se aplican a los sistemas u las organizaciones sociales, para lograr tener una perspectiva acerca de los que es correcto en las actividades que se realizan de los negocios.
En otras palabras, la ética en los negocios es una forma de ética aplicada. No sólo incluye el análisis de las normas y los valores morales, sino que también intenta aplicar la conclusión de este análisis a esa variedad de instituciones, organizaciones, actividades y metas que se llaman negocios.
2.1.1. Principios éticos de los negocios y su importancia
La ética es la ciencia que trata del estudio filosófico de la acción y conducta humana, con esto nos referimos a que examina los estándares morales personales y los estándares morales de la sociedad. Por ejemplo: “Las ventajas de una central hidroeléctrica sólo puede obtener si se inunda el valle por el que corre el río y son desplazados los residentes del mismo”. La ética ha de cuestionarse ¿Cómo se alcanza el equilibrio entre los rendimientos económicos y sociales?
Ética: un estudio filosófico
La ética es la ciencia que trata del estudio filosófico de la acción y conducta humana.
Ética en los negocios
La ética en los negocios es, obviamente, la ciencia de la ética aplicada al mundo de los negocios. Es la aplicación de nuestra comprensión de lo que es bueno y correcto a esa variedad de instituciones, tecnologías, transacciones, actividades, llamados negocios. Un análisis de la ética en los negocios debe comenzar por proporcionar un marco de trabajo de los principios básicos para entender que significan los términos bueno y correcto; sólo así se da un análisis productivo sobre las implicaciones que tiene en el mundo de los negocios.
Fines comunes
Es importante dejar en claro que una sociedad se basa en personas que tienen fines comunes y que sus actividades se organizan por medio de un sistema de instituciones diseñadas para lograr dichos fines.
Instituciones
Otro fin común es establecer y proteger la vida familiar; producir y distribuir materiales de los que depende la vida humana; organizar los medios para la toma de decisiones colectivas, y preservar los valores. Los miembros de una sociedad logran lo mencionado anteriormente creando instituciones como las familiares, económicas, legales, políticas y educativas (Velázquez, 2006)
Las organizaciones de negocios son instituciones principalmente económicas activas a través de las cuales las personas producen y distribuyen bienes y servicios. Por tanto, la ética en los negocios, como se ha mencionado, es el estudio de los estándares morales y de cómo se aplican a los sistemas y las organizaciones mediante las cuales la sociedad produce y distribuye bienes y servicios, y como se aplica al comportamiento del personal que trabaja dentro de esas organizaciones.
En la vida de los negocios se presenta a menudo un conflicto entre el rendimiento o resultados económicos y lo que se denomina rendimiento social.
Las empresas, por un lado, tienen que ser rentables, de lo contrario no podrían sobrevivir, pero por otro lado no se pueden olvidar de reconocer las obligaciones que se tiene con sus propios trabajadores, clientes, proveedores y público en general.
Esto es el rendimiento social, pero la esencia del dilema ético en los negocios, es que en ocasiones las mejores en el rendimiento económico, sólo se logra a expensas de uno o más de los grupos del rendimiento social.
Cuando se enfrenta el hecho de que diferentes culturas tiene diversos estándares morales, los administradores de algunas multinacionales han adoptado la teoría del relativismo ético.
Debido a que diferentes sociedades tiene distintas creencias éticas, no existe una manera racional de determinar si una acción es moralmente correcta o incorrecta, no existen estándares éticos que sean absolutamente verdaderos y que deban aplicarse a las compañías y a las personas de todas las sociedades.
Esta teoría que algo es correcto para las personas y las compañías en una sociedad especifica si esta de acuerdo con sus estandartes morales y es incorrecto si los viola.
Un ejemplo: Las personas de ciertas sociedades árabes, por ejemplo, sostienen que el soborno en lo negocios moralmente aceptable. Sin embargo, en Estados Unidos piensan lo contrario. Por tanto, podemos concluir que uno debe siempre seguir los estándares que prevalecen en la sociedad en la que uno se encuentra.
Una organización es un sistema en donde concurren diversos recursos, como son humanos, financieros, económicos, culturales y tecnológicos para existir. El primer punto converge de manera importante en el crecimiento de ésta a través del tiempo y los cambios en el mercado con los factores económicos de que toda organización es parte, inflación, globalización, movimientos sociales, etc.
Hasta el momento se ha hablado de los principios básicos de la ética en los negocios de una manera general. A través de las diferentes teorías, se han visto algunos principios que pueden ser considerados globales.
Principios globales de la ética en los negocios
Se ha hablado de los principios básicos de la ética en los negocios de una manera general. A través de las diferentes teorías, se han visto algunos principios que pueden ser considerados globales:
La ética de los negocios suele aparecer, en la prensa, al lado de noticias sobre escándalos financieros y contables, estafas, catástrofes industriales y ambientales, y abusos protagonizados por empresas; de igual manera se relaciona con daños a consumidores, trabajadores, ahorradores, inversores, gobiernos, al medio ambiente, etc.
Sin embargo, vivimos en un mundo de empresas. Se dice que las grandes multinacionales tienen tanto poder como muchos Estados y es cierto. La mayoría de nosotros participamos voluntariamente en intercambios de mercado que nos permiten una vida confortable y segura, debido en gran medida a las empresas privadas, grandes y pequeñas, que, en el marco legal del mercado, generan innovación, riqueza, bienes, servicios, empleos, salarios e impuestos.
Una organización es un sistema en donde concurren diversos recursos, como son humanos, financieros, económicos, culturales y tecnológicos para existir. El primer punto converge de manera importante en el crecimiento de ésta a través del tiempo y los cambios en el mercado con los factores económicos de que toda organización es parte, inflación, globalización, movimientos sociales, etc.
La ética de los negocios es el intento de someter a crítica las instituciones omnipresentes, cuyos propietarios, directivos u órganos de dirección ejercen un inmenso poder de dudosa legitimidad. A raíz de una serie de escándalos en el ámbito empresarial, cuyo origen se detectaba fácilmente en “una importante falta de valores éticos”. La falta de valores éticos provocó o influyó en el hundimiento de empresas emblemáticas, como Enron y Global Crossing en Estados Unidos, así como en los problemas de otras en Europa, como Vivendi y, siendo de diversa índole éstos, pero teniendo como denominador común, la falta de transparencia en los procesos de gestión empresarial y la falta de entendimiento y práctica de la “ética” reducida a un punto de vista superficial, estético u ornamental y ambicioso.
La ética es un tópico recurrente dentro de la organización. Sin embargo, empieza desde la integridad del sujeto, conociendo las normas morales de que es parte y de las cuales interactúa para un bien común; implicando una idea de mejora continua en lo profesional y organizacional, basándose en una comunicación ilimitada par el logro de objetivos mediante la libertad y la creatividad de un pensamiento honesto.
La ética de los negocios ha sido aceptada parcialmente entre las ciencias y técnicas de gestión y dirección de empresas.
La ética determina la conducta, los principios y los valores morales. Sin embargo es sumamente compleja, ya que no solo se puede hablar de ser buenos o malos pues la definición de bueno o malo depende de cada persona, según como fue educada y formada, cada persona crece en un entorno y en un ambiente familiar diferente, desde pequeños se caparan las normas de acuerdo a la manera en que fueron dictadas,
El enfoque basado en la ética personal de los directivos y sus dilemas morales, ha cedido el paso a un enfoque basado en la organización y sus retos como miembro legítimo de la sociedad.
Él término "responsabilidad social empresarial" sirve de referencia pra la reflexión ética sobre qué es una organización con ánimo de lucro y cómo debe relacionarse con la sociedad. Indirectamente, esta noción puede servir para definir qué obligaciones morales corresponden a directivos, empleados, clientes y consumidores, gonbiernos, y los demás actores que forman o se relacionan con las empresas.
La ética es importante tanto en la vida personal del profesional como principio moral dentro de la organización. Dependerá de ésta si el trabajador obtiene una satisfacción consigo mismo y no una especulación de su comportamiento que afecte la integridad de la entidad en la revelación oportuna de sus operaciones, promoción de decisiones y comunicación para una mejora continua, que beneficie a todo su entorno para que el resultado o fin sea de calidad y suficiente que transmita la eficacia y eficiencia de lo que es parte y de quien realiza el servicio.
Otro de sus beneficios es que repercuten en la competitividad, la confianza y el servicio los cuales radican en la satisfacción de necesidades y expectativas del ser humano como miembro de la comunidad a la que la empresa o negocio sirve y pertenece.
2.1.2. El utilitarismo
El utilitarismo es una teoría teleológica (estudio de los fines o propósitos de algún objeto o algún ser), el nombre se lo dio a esta escuela el británico Jeremy Bentham [*] (1748-1832). Esta teoría juzga la bondad o maldad de una acción con base en los resultados que tiene para la sociedad. Un acto o decisión es recto si resulta en beneficio de las personas; y, por el contrario, malo si los daña.
El objetivo del utilitarismo es crear el mayor grado de beneficios para el mayor número de personas y reducir el daño que pueda causarse. Es importante mencionar que no solamente se habla de beneficios materiales, también se encuentra la amistad, la cultura, salud entre otras satisfacciones de la vida. En la búsqueda de esos beneficios, en algunas ocasiones se crean en consecuencia costes como: dolor, enfermedad, soledad, etc., que deben ser considerados. Lo que importa es el resultado. La ética consiste en asumirlo de tal manera que sometamos a su logro todo nuestro comportamiento.
“El mayor bien para el mayor número con el menor coste”.
Es algo bueno procurar el bien de los demás, sin embargo, el utilitarismo como filosofía de vocación universalista, presenta un flanco débil ante algunas objeciones: El sentido común universal nos dice que hay cosas que no se pueden hacer por más útiles que fueran.
Se puede aportar como ejemplo el que nos ofrece Dostoievsky en su novela Los hermanos Karamazov. Allí toda la raza humana dependería del sacrificio de una sola persona, del sacrificio de un niño completamente inocente que habría de ser torturado hasta la muerte. Todos pensamos que nadie debería aceptar como ético este tremendo intercambio y, sin embargo, su utilidad sería máxima.
El problema del utilitarismo es que puede implicar la idea de que “el fin justifica los medios”. Esto es, si cualquier fin valedero puede justificar los medios para alcanzarlo, no se tiene un verdadero fundamento ético. Sabemos que el fin no justifica los medios. Si fuera así, entonces Hitler podría justificar el holocausto porque el fin era purificar la raza humana. Stalin podría justificar la matanza de millones de personas porque estaba intentando lograr una utopía comunista.
El fin nunca justificará los medios. Éstos deben justificarse a sí mismos. Una acción específica no puede ser juzgada como buena simplemente porque puede conducir a una buena consecuencia. Los medios deben ser juzgados por alguna norma objetiva y con consistencia moral.
En las organizaciones, los administradores y gerentes usan una forma de utilitarismo en sus decisiones diarias. Toman muchas decisiones no morales cada día basadas en las consecuencias. Por ejemplo: el despido de trabajadores para reducir costos y no cerrar la empresa; o no pagar impuestos para obtener mayor utilidades.
La mayoría de las decisiones financieras (librar cheques, comprar mercadería, etc.) se toman según un cálculo utilitario de costos y beneficios. Así que, tomar decisiones morales usando el utilitarismo parece una extensión natural de los procedimientos de toma de decisiones diarias en la organización. Sin embargo, no se debe perder de vista que éticamente no se puede obtener un resultado benéfico, si se tienen que utilizar medios equivocados quebrantando con ello una norma moral.
De acuerdo con Velásquez (2006), el utilitarismo es un término general para cualquier punto de vista que sostenga que las acciones y las políticas deben evaluarse con base en los beneficios y los costos que impondrán a la sociedad.
Una crítica al utilitarismo es que no se puede medir con valores monetarios todo los costos - beneficios.
Ejemplo:
Cuando un individuo pone un límite en lo que esté dispuesto a pagar para reducir el riesgo que presenta algún suceso en su vida, esta poniendo un precio implícito a su propia vida,
Supón que está dispuesto a pagar cierta cantidad de dinero por su seguridad que reducirla la probabilidad de que muera en un accidente, peno no está dispuesto a pagar más de la cantidad a la que le puso límite. Por lo tanto, se puede decir que su vida vale la cantidad de dinero que esta dispuesto a pagar.
El utilitarismo sostiene que es inevitable y necesario hacer este tipo de valuación, mientras se continué en un entorno en el que los riesgos de la salud y la vida disminuyen con renunciar a otras cosas que queramos y que tienen un precio claro.
La principal dificultad del utilitarismo con la ética es que es incapaz de manejar dos aspectos morales como son: los derechos y la justicia, ya que el principio utilitario implica que ciertas acciones son moralmente correctas cuando de hecho son injustas o violan los derechos de las personas.
Ejemplos de los conflictos entre el utilitarismo y la ética
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Supón que un familiar cercano tiene una enfermedad incurable que le ocasiona una larga agonía, generándole sufrimiento y dolor, a pesar del cual no quiere morir. Se encuentra hospitalizado y los diagnósticos médicos indican que morirá dentro de un año si se le mantiene con vida. Tú como su único familiar que le sobrevive sabes que al morir, heredarás un negocio con altos rendimientos y un futuro económico, lo cual señala que tu vida económica será holgada y sin preocupaciones.
Tienes en tus manos la opción de poder acortar el tiempo de agonía realizándolo con mucha discreción, sin que se te culpe y mucho menos que esta prometedora herencia se vea afectada. Si se siguiera al utilitarismo, tendrías entonces la obligación moral de hacerlo, ya que al reducirle el tiempo de agonía a tu familiar no sólo estás ganando felicidad y tranquilidad sino que también le quitas a él sufrimiento y dolor. La ganancia en el sentido de utilidad es obvia. Sin embargo es claro que el homicidio o eutanasia sería una violación fuerte a su derecho a la vida.
El propósito principal de este ejemplo, es que el utilitarismo condujo a la aprobación de un acto de homicidio que es una violación grave al derecho individual más importante.
Otro ejemplo sería al aplicarse en la justicia social:
En una hipotética situación en la que los salarios de subsistencia obligan a un pequeño grupo de trabajadores inmigrantes a continuar con los trabajos agrícolas más indeseables en una economía, pero que producen grandes cantidades de satisfacción a la sociedad, porque disfrutan de verduras a buen precio y ayudan a su economía a ahorrar dinero con el que pueden satisfacer otros deseos.
Supón que la cantidad de satisfacción de la sociedad en general es mayor que la infelicidad del pequeño grupo de trabajadores, entonces, de acuerdo con el utilitarismo, sería moralmente correcto continuar con el mismo sistema de salarios de subsistencia para los trabajadores. Sin embargo, en un sistema social que impone desigualdad en las cargas es claramente inmoral y un agravio contra la justicia social. |
Con esos dos ejemplos te puedes dar cuenta que el utilitarismo ignora ciertos aspectos importantes de la ética y se ve únicamente los costos o los beneficios de las decisiones, estos aspectos son:
El utilitarismo presenta una versión alternativa que se conoce como regla utilitaria y se refiere a limitar el análisis utilitario a las evaluaciones de las reglas morales.
De acuerdo con la regla, cuando se trata de determinar si una acción dada es ética, no se debe preguntar si la acción producirá la mayor cantidad de utilidad, si no, preguntar si la acción implica la violación de una regla moral o código ético, que todos deben seguir. Pero debe recordarse que las reglas morales no son fijas y varían de sociedad en sociedad. Por lo cual, el siguiente ejemplo retomado de Velásquez (2006) te será de gran ayuda:
Ejemplos de la aplicación de la regla utilitaria
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Supón que intento decidir si es ético para mí fijar precios con un competidor. Entonces, según la regla utilitaria, no debo preguntar si esta instancia específica de fijar precios producirá más utilidad que cualquier otra cosa que pueda hacer. En lugar de eso, primero debo preguntarme, ¿cuál es la acción o acciones correctas respecto a fijar precios? Quizá concluya, después de reflexionar, que la siguiente lista de reglas incluye a todos los candidatos:
- Los administradores nunca deben reunirse con los competidores para fijar precios.
- Los administradores siempre deben reunirse con los competidores para fijar precios.
- Los administradores pueden reunirse con los competidores para fijar precios cuando están perdiendo dinero.
¿Cuál de estas reglas implica una acción correcta desde el punto de vista utilitario?
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La regla moral correcta es la que producirá la mayor cantidad de utilidad para todos los afectados. Supón que después de analizar los efectos económicos de fijar precios, concluyo que dentro de la economía y circunstancias sociales las personas se beneficiarán mucho más si todos siguen la regla 1, que si todos siguen las reglas 2 ó 3. Si esto es cierto, entonces, la regla 1 es la regla moral correcta respecto a fijar precios.
Ahora que sé cuál es la regla moral correcta para fijar precios, puedo hacer otra pregunta: ¿debo participar en esta acción específica de fijar precios? Para responderla, sólo debo preguntar, ¿qué requieren las reglas morales? Como ya se observó, la regla correcta es nunca fijar los precios.
En consecuencia, aun cuando en esta ocasión en particular fijar los precios generará más utilidad que no hacerlo, estoy obligado éticamente a no hacerlo porque así lo requieren las reglas con las que todos en mi sociedad obtienen los mayores beneficios. |
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La teoría de la regla utilitaria tiene dos partes que se resumen en los dos principios siguientes:
Como se ha visto hasta ahora, dentro de un negocio o empresa, la toma de decisiones con base en el costo-beneficio como lo plantea el utilitarismo no es tan sencillo y se requiere de la intervención de la ética para evitar que se pisoteen los derechos del hombre, así como la justicia social entre otros valores.
Si te das cuenta muchas empresas sin ética prefieren tomar decisiones sin importar cuál sea el coste final para el ser humano o la sociedad y muchas veces sin importar cuánto se afecte el ambiente con tal de mantenerse en el mercado y ser una competencia.
De ahí la importancia de analizar y reflexionar ¿qué es lo que vale más en mi acción?, ¿el beneficio o el costo?, ya que como futuro profesional probablemente estés a cargo de administrar un negocio o capital humano del mismo.
2.2. La ética en los mercados reales
En la complejidad vital de los mercados reales, los productos o servicios suelen tener una vida comercial en varias etapas:
1. De descubrimiento y experimentación
2. De despegue
3. De desarrollo e industrialización
4. De madurez
5. De declive
Estas cinco etapas se pueden reducir a sólo tres:
1. Introducción en el mercado
2. Atracción de empresas competidoras
3. Concurrencia y aglomeración de vendedores
Una empresa o negocio debe tener diferentes objetivos como: estabilidad, expansión, realización personal del empresario, realización personal, creación de empleo, satisfacción de las necesidades de los clientes, etc. Pero siempre suele estar presente un objetivo de rentabilidad, la cual es una condición para la supervivencia de la empresa.
Se ha visto la ética de los negocios como una ventaja competitiva al medir los estándares morales y aplicarlos en las diversas situaciones de los negocios. No obstante algunas personas han expresado objeciones a la misma idea, porque consideran que los aspectos éticos del comportamiento humano no van de la mano con los aspectos de hacer negocios, pues éstos deben buscar sin distracción los intereses financieros y las personas encargadas de hacer los negocios, no deben desviar sus recursos económicos y energías para “hacer el bien” si el resultado no es “ganar-ganar” en la competencia comercial.
En los mercados libres perfectamente competitivos, la búsqueda de la ganancia en sí, asegura que se sirva a los miembros de la sociedad en la forma más benéfica. Para ser rentable cada empresa debe producir sólo lo que los miembros de la sociedad quieran o necesiten y esta producción se debe hacer únicamente a través de los medios más eficientes que se dispongan. En este contexto, algunos señalan que los miembros de la sociedad se beneficiarían más si los administradores no imponen sus propios valores en un negocio, sino que se dedican a la búsqueda de la ganancia sin distracción y por ende producen con eficiencia lo que los miembros de la sociedad valoran (Velázquez 2006).
Sin embargo, muchos mercados industriales no son “perfectamente competitivos” y en la medida en que las empresas no tienen con qué competir, maximizan sus ganancias a pesar de una producción deficiente. Algunas otras empresas, suponen que las acciones que toman para incrementar sus ganancias y reducir costos benefician a la sociedad, cuando en realidad la dañan con la contaminación sin control, la publicidad engañosa, la especulación comercial; o en el peor de los casos sólo se beneficia la empresa sin tomar en cuenta el bien de la sociedad como en el caso del monopolio, el oligopolio, el fraude fiscal, el soborno, la evasión de impuestos, ajuste de precios, etc.
En esta unidad, se estudiarán algunas de estas acciones y también se verá qué se puede decir a favor de introducir la ética en las prácticas comerciales o en la forma de hacer negocios, para que se beneficie por completo a toda la sociedad, ya que los deseos de grandes segmentos de la sociedad (pobres y marginados) no necesariamente se cumplen porque no son capaces de participar por completo en los mercados con las prácticas desleales de algunas organizaciones.
2.2.1. El monopolio
Para comprender la relación que tiene la ética dentro de los mercados reales se requiere tener conocimiento del significado de monopolio.
¿Qué es y cómo suge un monopolio?
Un monopolio se produce en un mercado económico existe solamente un vendedor o un solo productor que oferta un producto para cubrir las necesidades, y no deber existir la amenaza de entrada de otro competidor al mercado.
Las características del monopolio son: un vendedor, barreras de entrada altas, cantidad por debajo del equilibrio, precios por arriba del equilibrio de la curva de oferta y poder extraer ganancias.
Los mercados de monopolios son aquellos en los que una sola empresa es el único vendedor en el mercado y donde los nuevos vendedores están excluidos. Por tanto, un vendedor en un monopolio puede controlar los precios de los bienes disponibles.
Un vendedor de monopolio, por ejemplo, llega a establecer precios por arriba del nivel de equilibrio, es decir, tres veces su valor. Al limitar el suministro sólo a cantidades que los compradores se llevarán por los precios altos del monopolio. La empresa del monopolio logra asegurar que venden todos los productos y se queda con las ganancias sustanciales.
Por supuesto, la empresa calculará las razones de precio- cantidad que le aseguren la ganancia total más alta, con lo cual le es posible fijar sus precios y el volumen de producción a esos niveles. A principios del siglo XX, por ejemplo, la American Tobacco Company, que había adquirido un monopolio en la venta de cigarrillos obtenía ganancias a 56 % de sus ventas.
Si la entrada al mercado estuviera abierta, tales ganancias excesivas sacarían a otros productores del mercado, con el resultado de un aumento en el abastecimiento de bienes y una disminución en los precios hasta que se lograra el equilibrio. En un mercado monopolio, donde las “barreras de entrada” hacen imposible o muy costoso que otras empresas entren al mercado, esto no ocurre y los precios permanecen altos si el monopolista así lo decide.
Las barreras para entrar pueden ser legales, como patentes, licencias, tarifas, cuotas, apoyos u otros medios que el gobierno emplea para mantener a las empresas fuera del mercado nacional
Hay muchos otros tipos de barreras para entrar, incluyendo lealtad a la marca o contratos a largo plazo con los clientes que dificultan la captura de los consumidores de alguien ya establecido a quien entra. Por ejemplo, costos de manufactura bajos que permiten al establecido amenazar con bajar los precios y ganar una guerra en los precios; costos de inicio altos y costos de publicidad altos, entre otros.
Un ejemplo de monopolio, retomado de Velásquez (2006), y sus ganancias es el de las ganancias entre las compañías farmacéuticas de Estados unidos y otras compañías.
Los monopolios tienen grandes deficiencias éticas como la violación de la justicia capitalista, ineficiencia económica y falta de respeto por los derechos negativos. Los valores morales tales como justicia, utilidad y derechos que caracterizan a los mercados libres, perfectamente competitivos, no tienen mucho éxito en el mercado libre de monopolio.
Los mercados de monopolio no regulados se quedan cortos en los valores de justicia capitalista la eficiencia económica y en el respeto por los derechos negativos que logra la competencia perfecta. Esto se debe a los altos precios que cobran el monopolista y las grandes ganancias que logra. Es un fracaso en justicia capitalista, ya que cada persona debería recibir de acuerdo al valor en que contribuyó.
En un monopolio, los precios de los bienes se establecen arriba del nivel de equilibrio en tanto que las cantidades se fijan en menos que la cantidad de equilibrio. Como resultado el vendedor cobra al comprador mucho más que el valor de los bienes, porque los cargos son mucho mayores que los costos de hacer esos bienes. Por tanto, los precios son injustos.
El poder de la empresa del monopolio sobre los mercados es absoluto. Un monopolio se desvía de los ideales de justicia capitalista, utilidad económica y los derechos negativos. En lugar de establecer un equilibrio justo, el mercado de monopolio impone injustamente precios altos al comprador y genera altas ganancias injustas para el vendedor.
En lugar de maximizar la eficiencia, el monopolio proporciona incentivos para el desperdicio, la asignación equivocada de los recursos y el fraude en las ganancias. En lugar de respetar las ganancias negativas de libertad, el monopolio crea una desigualdad de poder que le permiten dictar sus términos al consumidor. El productor sustituye al comprador como el rey del mercado (Velázquez, 2006).
2.2.2. El Oligopolio
No se puede generalizar y decir que todos los mercados industriales importantes están dominados por una sola empresa, es más común que los dominen cuatro o más. Esos mercados se encuentran en algún espectro entre los dos extremos del mercado competitivo con innumerables vendedores y el monopolio puro con un solo vendedor.
Las estructuras de mercado de tipo “impuro” se conocen como mercados competitivos imperfectos, de los cuales el tipo más importante es el oligopolio.
Oligopolio viene del griego oligos, que significa poco, y polein, que quiere decir vender. El oligopolio es un mercado con pocos vendedores.
En el oligopolio solamente existen unos cuantos vendedores importantes; por lo que se puede decir que, la mayoría del mercado, se comparte entre un número pequeño de empresas grandes que juntas pueden ejercer cierta influencia en los precios.
La participación de cada empresa logra abarcar entre el 25% y el 90% del mercado, en tanto que las empresas que controlan esta participación llegan a ser de dos a 50, dependiendo de la industria, a otros vendedores no les es posible entrar libremente al mercado, aunque más de un vendedor está presente en un oligopolio, nuevos vendedores encuentran difícil entrar a la industria.
Es posible que eso suceda por los altos costos prohibitivos de iniciar un negocio, el resultado de contratos a largo plazo que llegan a todos los compradores con las empresas que ya están en la industria, o a lealtades perdurables creadas por la publicidad de marca-nombre.
Los mercados de un oligopolio, dominados por unas cuantas empresas grandes, son altamente concentrados.
Aunque los oligopolios se forman de diversas maneras, las causas más comunes de su estructura de mercado son las fusiones horizontales, que son unificaciones de dos o más compañías que antes competían en la misma línea de negocios. Al fusionarse suficientes compañías competitivas se convierte en un oligopolio compuesto por unas pocas empresas grandes.
Los oligopolios industriales afectan al mercado. En un oligopolio concentrado de manera muy alta, que contiene un número relativamente pequeño de empresas, es muy simple que sus administradores unan sus fuerzas y actúen como unidad.
Los oligopolios pueden funcionar casi como una sola empresa gigante al acordar de manera expresa o tácita fijar sus precios en los mismos niveles y restringir sus producciones. La unión de estas fuerzas, junto con las barreras que imponen a nuevas empresa para entrar al mercado propias de oligopolio, se logra dar como resultado los mismos precios altos y el abastecimiento bajo que caracterizan al monopolio.
En consecuencia, los mercados de oligopolio, igual que los de monopolio, podrían no exhibir niveles de ganancias justos, generar una declinación de la utilidad social y no respetar las libertades económicas básicas.
Se ha demostrado que mientras más alta sea la concentración en una industria de oligopolio, más grande serán las ganancias que logrará extraer.
Prácticas oligopólicas del mercado
Existen diversas prácticas oligopólicas del mercado, que no son éticas, a continuación te presentamos algunos ejemplos:
1. Fijación de precios. Cuando se hacen acuerdos entre empresas para establecer sus precios en niveles altos.
2. Manipulación de la demanda. Es una situación en la que las compañías oligopólicas acuerdan limitar su producción de manera que los precios se eleven a niveles más altos que los que prevalecen en la libre competencia.
3. Acuerdos de exclusividad. Se da cuando una empresa vende a un distribuidor con la condición de que no compre productos a otras compañías y/o las venda fuera de cierta área geográfica.
4. Acuerdos ligados. Sucede cuando una firma vende a un comprador bienes con la condición de que acepte comprar otros bienes de la empresa.
5. Acuerdos para mantener el precio de venta. Sucede cuando un fabricante vende a los distribuidores con la condición de que acepten cobrar el mismo conjunto de precios de venta por sus bienes.
6. Discriminación de precios. Cuando al cobrar precios diferentes a distintos compradores por bienes o servicios idénticos.
Los ologpolios no son nuevos, desde finales del siglo XIX las compañías que habían estado compitiendo entre ellas comenzaron a unirse en los llamados consorcios que terminaban monopolizando sus mercados, elevando los precios para los consumidores, bajando los precios de los proveedores y aterrorizando a sus competidores. Algunos intelectuales argumentaban que el poder concentrado de los consorcios era peligroso.
En 1911, la Suprema Corte reglamentó que un acuerdo entre competidores llegue a ser razonable si promueve la competencia, pero en 1914 en la ley Clayton, se prohíbe la discriminación de precios, los contratos de exclusividad, los acuerdos ligados y las fusiones entre dos compañías si se cree que va a disminuir sustancialmente la competencia."
En Estados Unidos se tiene una larga historia de leyes en contra de los consorcios que desde hace décadas en la ley antimonopolios de Sherman dice que si una compañía que adquiere un monopolio luego intenta usar su poder para adquirir un nuevo monopolio o mantener un monopolio actual es "culpable del delito".
El oligopolio: puntos de vista
Muchos afirman que el poder económico de las compañías de los oligopolios es mínimo para afectar a una sociedad, mientras otros dicen que los oligopolios dominan las economías modernas y otros más mencionan que varios factores sociales inhiben el uso de este poder. Tales diferencias han dado lugar a tres puntos de vista acerca del poder de un oligopolio.
Perspectiva de no actuar. Economistas sostienen que no debe actuarse en contra del poder económico de las corporaciones de un oligopolio, ya que ese poder en realidad no es tan grande como parece.
Punto de vista anti consorcios. Es el punto de vista más antiguo acerca del poder económico de los oligopolios y monopolios y apoya las acciones de los “cazadores de consorcios”. Igual que muchos cazadores de consorcios, muchos economistas y abogados están en contra de los consorcios, ya que sospechan del poder económico ejercido por las corporaciones de los oligopolios. Argumentan que los precios y las ganancias de las industrias concentradas son más altos de lo que deben y que los monopolios y los oligopolios usan tácticas injustas contra sus competidores y sus proveedores.
Punto de vista de reglamentación. Un tercer grupo de observadores menciona que las corporaciones de un oligopolio no deben separarse porque su gran tamaño tiene consecuencias benéficas que se perderían si son forzadas a descentralizarse. Particularmente argumentan que la producción y la distribución en masa de los bienes se pueden realizar sólo usando la acumulación altamente centralizada de activos y de personal que permiten las corporaciones grandes. Además, la concentración de activos permite a las grandes empresas aprovechar las economías que hacen posible la producción a gran escala. Estos ahorros se pasan a los consumidores en la forma de productos menos costosos y más abundantes. Sin embargo, la concentración proporciona a las empresas grandes un poder económico que les permite fijar precios y participar en otras formas de comportamiento sin interés público. Para asegurar que no dañen a los consumidores, los organismos legislativos y la ley, deben establecer restricciones y controlar las actividades de las grandes corporaciones.
Las reglas éticas que prohíben la conlusión tienen el objetivo de asegurar que los mercados reales, tengan una estructura competitiva.
Estas reglas llegan a seguirse de manera voluntaria o por reforzamiento legal, están justificadas en la medida en que la sociedad esté determinada por la búsqueda de los beneficios, la justicia y la libertad utilitaria que los mercados competitivos logran asegurar
2.2.3. Fraude fiscal
La Real Academia de la Lengua Española (2011) define al fraude de la siguiente forma:
Fraude. (Del lat. fraus, fraudis)
- m. Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete.
- m. Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros.
- m. Der. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos.
El fraude es una acción que afecta o daña a otro. Está presente en todos los ámbitos del ser humano y se presenta de variadas formas, por ello, el mundo de los negocios no podía quedar exento de dicha práctica.
Se puede decir que el fraude es un engaño, un abuso de confianza. El término fraude como se ha visto es un acto intencional, ya sea de la administración, del personal o de terceros que da como resultado una representación equivocada de los estados financieros en lo que se puede implicar:
Dentro del fraude se presentan dos tipos: el interno y el externo:
Fraude fiscal
Específicamente hablando de fraude fiscal, se puede decir que implica ocultar hechos económicos (actividades económicas total o parcialmente ocultas) y presentar hechos económicos con un significado distinto al real. Dentro del fraude fiscal se presentan diferentes formas.
Con lo expuesto hasta ahora te puedes dar cuenta de la necesidad de que las finanzas apliquen la ética en el desarrollo de su actividad. En general, las grandes corporaciones de nuestro tiempo son cada vez más ajenas a los principios que el resto de los humanos han entendido desde hace ya mucho tiempo y que son básicos para evitar que el mundo se convierta en un campo de batalla permanente. No se dirá que se trata de acciones que en todos los demás ámbitos sociales han desaparecido.
Lo cierto es que el mundo de los negocios es donde tienen menos vigencia, si es que en realidad la tienen, principios que indican que no se puede engañar, ni robar, ni destruir el medio ambiente con tal de obtener beneficios monetarios; ni aprovecharse deslealmente de la posición de privilegio. No se puede buscar el interés propio lesionando el de los demás o el afán de lucro personal, no puede entenderse como un fin supremo con independencia del daño que puede provocar a uno mismo o de quienes están alrededor.
Ahora supón que eres responsable del departamento contable y fiscal de cualquier empresa y recibes la siguiente orden:
“Haz lo que sea necesario para disminuir la factura fiscal, o mejor dicho no pagar un peso a Hacienda. La empresa quiere ganar más dinero como sea”.
No vas a entrar en los mecanismos propios para ejecutar dicha orden de “ingeniería contable y fiscal”, pero sí en el trasfondo de la misma. |
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Supóngase que el trabajador que ostenta dicho cargo en la empresa es un buen profesional, motivado, bien calificado y que le gusta hacer bien su trabajo, al igual que el médico del ejemplo anterior. Para llevar a cabo dicha orden, tiene que realizar mal su trabajo.
Imagina que la ética de este trabajador se equipara el fraude fiscal al perpetuar un robo a mano armada con un bolígrafo y una computadora.
Este trabajador tiene un grave problema ¿o va contra su propia ética y acata la orden sin problemas o no lo realiza e ipso facto se encuentra despedido?
Además no vas a entrar a valorar las hipotéticas responsabilidades jurídicas que conlleve a su actuación fraudulenta, que se puede originar si dicho trabajador tiene reconocida capacidad de firma.
El origen básico del problema proviene de la propia permisibilidad que presenta el fraude en la sociedad. Defraudar es bueno, pagar impuestos es malo y todo el mundo engaña a Hacienda, con lo cual la desprotección social es extrema, ya que de acuerdo al artículo 31 fracción IV de la Constitución, es obligación de todos los mexicanos contribuir para los gastos públicos de la Federación, del Estado y de los municipios, de manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Lo anterior a fin de que se pueda disfrutar de servicios y derechos, tales como la educación, vías de comunicación, la salud y la seguridad social entre otros muchos.
El deber de pagar tributos y no evadirlos, debe convertirse en una conciencia fiscal que tenga por objeto que los ciudadanos contribuyan a sufragar el gasto público, según su capacidad contributiva y devenir en un patrimonio de la cultura civil, misma que debe estar presente tanto en las actuaciones de los administrados pero también, y de forma esencial, en la del legislador, en las de las administraciones tributarias y en las del poder judicial. |
2.2.4. La especulación en los mercados nacionales
Cuando se habla de especulación de mercados se hace referencia a la compra cuando los precios son bajos y a la venta cuando los precios son altos, logrando un beneficio de las diferencias de los precios en el tiempo.
También se habla de especulación en el espacio (área geográfica) cuando se compra donde los precios son bajos para venderse donde son altos, teniendo como beneficio la diferencia de precio en el espacio. Pero es más común hablar de especulación en el tiempo.
La especulación puede ser sobre cualquier categoría, desde bienes, bienes de consumo, instrumentales de capital, divisas, inmuebles, etcétera. Para que la especulación se realice es necesario que los precios de tales bienes presenten variaciones en el tiempo o en el espacio, asimismo que el mercado no esté en condiciones de autorregularse.
La especulación requiere del conocimiento y la capacidad de previsión, por eso, se realiza con mayor facilidad en los mercados que tienen un grado suficiente de organización, como son, las bolsas de mercancías y la de valores. La especulación se puede ejercitar por contratación inmediata o por contratación a plazo.
Especulación y sus efectos
A la especulación se le han atribuido tres efectos éticamente beneficiosos para la actividad económica en general:
1. La nivelación de los precios en el espacio
El especulador, comprando la mercancía en un lugar A, donde el precio es bajo, para revenderla en el lugar B donde el precio es alto, contribuye a aumentar la demanda y el precio en A y a aumentar la oferta y a disminuir el precio en B.
2. La disminución de las fluctuaciones de los precios a lo largo del tiempo
En previsión de un aumento futuro del precio, el especulador adquiere stocks de mercancías para revenderlas cuando las condiciones de venta sean más favorables. De este modo la especulación aumenta la demanda actual y los precios, aumentando la oferta y disminuyendo los precios futuros. O bien, en previsión de una futura baja de precio, el especulador puede vender stocks de bienes en su poder para volver a comprarlos en el futuro, contribuyendo de esta forma a aumentar la oferta y rebajar el precio actual, para aumentar la demanda y el precio futuros.
3. Especulación de títulos
En el caso de que la especulación de títulos de acciones, además de los dos efectos generales anteriores, existe otro que le es más específico, pues a falta de aquellas, sería inexistente o muy imperfecta la indicación de cuáles han de ser los empleos más útiles (para la economía en general) del ahorro respecto a la inversión. Para ello el especulador procura obtener toda aquella información que le es útil sobre el funcionamiento de las empresas, y si prevé las buenas perspectivas por venir y futuras alzas en el precio de las acciones, es decir: compra hoy para volver a vender mañana. Si prevé malas perspectivas, vende hoy para volver a comprar mañana a precio menor, y de tal forma acredita las iniciativas que ofrecen garantía de ser productivas y desacredita las otras. En la medida en que las previsiones del especulador se manifiestan justas, tiene el mercado una orientación éticamente válida, porque el ahorro se canalizará por los empleos más productivos y el beneficio del especulador coincidirá con la utilidad colectiva.
Si se preguntara por la calle cuál es el nivel ético de las personas dedicadas a las finanzas, la calificación obtenida sería bastante baja. ¿Cuál puede ser la causa de que los agentes financieros tengan mala fama? Quizá se deba a la complejidad de las operaciones financieras, que dificulta distinguir entre una actuación correcta y un fraude. Sin embargo, el conocido experto en temas bursátiles, Burton Malkiel comenta que los niveles éticos en la bolsa de valores son muy altos, mayores que en otras profesiones.
Probablemente los problemas éticos que se plantean en otras actividades económicas son más frecuentes y más complejas que las planteadas en el mundo financiero. Así como el que muchas personas hayan sufrido importantes pérdidas en los mercados y prefieran culpar a los especuladores; o tal vez la propia actitud de los medios de comunicación.
En el mundo financiero, como en cualquier otro, hay actitudes éticas y no éticas, por eso, es bueno reflexionar sobre la ética en la actividad financiera, y en concreto, en la especulación.
Por ello podría pensarse que la especulación es innecesaria, sin embargo, esta idea es falsa ya que la especulación realiza varias funciones en los mercados de valores, las cuales se pueden resumir en lo siguiente:
- Mejorar la eficiencia, consiguiendo precios más correctos.
- Asumir riesgos, consiguiendo mercados más completos.
- Dar liquidez
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2.2.5. La Ética en el comercio exterior
Las economías que participan del comercio exterior se denominan economías abiertas. México está dentro de este tipo de economías a partir del tratado de Libre Comercio. Por ello, existe mayor interrelación entre lo que ocurre en los mercados internacionales.
La creciente expansión de los negocios globales y la caída de las barreras comerciales en todo el mundo, han seguido con mucho interés los temas de comportamiento ético, responsabilidad social, derechos humanos, la conservación del medio ambiente, entre otros.
Estos temas están adquiriendo mayor reconocimiento en discusiones académicas y acuerdos políticos, a efecto de que el intercambio de bienes, productos o servicios se lleven a cabo dentro de un marco adecuado, dado que las empresas multinacionales al expandirse globalmente y entrar a los mercados extranjeros, requieren una conducta ética, toda vez que la diversidad cultural, asociada a la expansión pone en peligro el compartir valores culturales y éticos.
A pesar de la comprensión de otras culturas y el reconocimiento de las diferencias entre ellas, la comunicación suele no ser suficiente para proporcionar directrices viables de comportamiento ético adecuado en las organizaciones.
Por tanto, la preocupación por el comportamiento poco ético de las empresas en otros países se manifiesta en las diferentes legislaciones de cada país y organismos a nivel internacional que regulan sus actividades del comercio exterior.
De acuerdo con Gómez (2002), uno de los organismos reguladores en la actividad de comercio exterior es el Acuerdo General de Aranceles y Comercio, GATT* por sus siglas en inglés, que funge como un foro para el debate sobre el comercio internacional, las cuestiones políticas y la resolución de controversias. Se trata de un conjunto de acuerdos generales y de varios acuerdos particulares, al que se han adherido muchos países entre los que se incluyen los integrantes del Mercosur.
Hoy por hoy, existen nuevas reglas que acotan la ley del más fuerte permitiendo equilibrar el poder de las naciones, mediante un sistema jurídico de resolución de controversias más transparente, con plazos y compromisos que perfeccionan las más débiles normas ahora existentes. Por ejemplo, ahora todo el sistema empuja a las zonas de libre comercio y uniones aduaneras a lo que se llama"el regionalismo abierto", es decir, hacia una expansión del libre comercio.
Los acuerdos internaciones (GATT) regulan el dumping* y el otorgamiento de primas y subvenciones*a la exportación, pues los profesionales del comercio exterior consideran que son un problema ético porque implican a menudo iniciativas de competencia desleal.
Desde que se comenzó a escribir acerca de temas de ética económica en los siglos XVI y XVII se ha dado importancia ética al buen sentido de los profesionales y del público en general, para la determinación de los buenos usos y prácticas mercantiles. Por tanto, se les ha considerado como moralmente normativos en materia, y en concreto de los precios de venta.
Por su parte, el GATT y las normas de la UE recogen y dan forma a este buen sentir del sector y participan de aquel principio ético de que la ley positiva nacional, las normativas, compromisos y acuerdos internacionales se presuponen justos y equitativos mientras no se demuestre lo contrario.
La ley positiva nacional, las normativas, compromisos y acuerdos internacionales son de suma importancia para las empresas transnacionales.
Este tipo de empresas son aquéllas que no sólo están establecidas en su país de origen, sino que también se constituyen en otros países para realizar sus actividades mercantiles tanto de venta y compra como de producción en los países donde se han establecido. Están en capacidad de expandir la producción y otras operaciones alrededor del mundo, así como de movilizar plantas industriales de un país a otro. Los procesos de fusión y las alianzas entre ellas, les permiten alcanzar un creciente poder e influencia en la economía mundial.
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En los años ochenta tenían en sus manos las tres quintas partes del comercio internacional de bienes y, así fluían cuatro de cinco partes de los intercambios mundiales de tecnología y de capacidad de gestión. Generaban, por esas mismas fechas, de un 25 a 30 % del producto bruto de todas las economías del mercado. Su presencia cotidiana en la vida de los ciudadanos confirma esas cifras globales, es muy probable que en casa tengamos pasta de dientes de la marca Colgate y desayunemos con algún producto de Kellogg´s, etc.
El gran poder que tienen las transnacionales sustituye parcialmente el poder político. Se puede concluir frecuentemente que se abusa del poder con el que cuentan en contra de los intereses globales de la población . |
2.2.6. La ética en la mercadotecnia
La mercadotecnia es un sistema total de actividades que incluye un conjunto de procesos mediante los cuales se identifican las necesidades y/o deseos existentes en el mercado para satisfacerlos de la mejor manera posible al promover el intercambio de productos y/o servicios de valor con los clientes a cambio de una utilidad o beneficio para la empresa.
Existen grandes desafíos éticos que los mercadólogos deben asumir, ya que son o deben ser responsables ante sus clientes, proveedores, distribuidores, empleados, empresarios y la sociedad en general. Es importante que estos junto con sus colaboradores tengan un comportamiento ético que sea capaz de generar confianza en las actividades de mercadotecnia de la empresa y en las personas que las ponen en práctica.
La ética en la mercadotecnia
Es un subconjunto de normas morales o de comportamiento que son aceptadas generalmente por una sociedad o grupo y que rigen las actividades y procesos de la mercadotecnia.
Este subconjunto de reglas lo establecela sociedad como resultado de sus valores. Determinan lo que está “bien o mal”, por tanto, se convierten en los lineamientos que guían la planificación, implementación y control de las diferentes actividades y procesos de la mercadotecnia.
Ciertas actividades de mercadotecnia se pueden considerar legales, pero no éticas. Por tanto, el actuar conforme a la ley establecida es solamente una parte del comportamiento ético. También se debe tener claro que la ética varia de una sociedad a otra.
Cada sociedad juzga de distinta manera las diferentes actividades y procesos relacionados con la mercadotecnia en función de sus valores culturales, intereses y circunstancias. Lo que da lugar a polémicas acerca de lo que es o no ético. La ética en la mercadotecnia debe adaptarse a las particularidades de la sociedad.
Se recomienda que las empresas tengan códigos de ética escritos y aplicados a las actividades y procesos de mercadotecnia para dar a conocer a los responsables del área, cuáles son las prácticas que la empresa considera aceptables y las que no lo son, con la finalidad de reducir al mínimo la emisión de juicios ambiguos.
Los mercadólogos en ciertos momentos de su práctica, pueden ser presa, de realizar actos no éticos*.
- Publicidad falsa o equivocada
- Representación incorrecta de bienes, servicios y capacidades de la empresa.
- Obsequio de objetos y diversiones.
- Realizar ventas basadas en falsas expectativas del producto o servicio.
- Manipulación de datos (falsificación o uso indebido de estadísticas o información
- Garantías engañosas de productos o servicios.
- Manipulación desleal de clientes.
- Invasión de la intimidad del cliente.
- Comentarios injustos y declaraciones inexactas acerca de los competidores.
- Producto o servicios inseguros
- Retratos estereotipados de mujeres, grupos minoritarios y personas de la tercera edad.
- Ofrecer y/o dar sobornos a jefes de compras para conseguir la venta de productos o servicios.
- Recibir sobornos de proveedores, distribuidores u otros para favorecerlos directa o indirectamente.
- Presionar a empleados, proveedores u otros para obtener de ellos una conducta no ética.
El mercadólogo al planificar, implementar y controlar las diferentes actividades de una forma ética, propicia una serie de beneficios, como la generación de confianza, captación de buenos clientes, proveedores, empleados, distribuidores, protección contra la publicidad negativa y satisfacción personal.
Tener una buena ética personal es necesario pero no suficiente para tomar la decisión correcta en el entorno laboral. Es probable que los especialistas en marketing que cuenten con una buena dosis de ética personal no sepan cómo aplicar sus creencias a las complejas cuestiones del marketing.
Nadie ha descubierto hasta el presente un enfoque universalmente aceptado para encarar la ética delmarketing, pero cuando no se contempla, ni se desarrollan políticas y pautas para resolver las cuestiones que plantea, las cosas se complican.
La alta gerencia no siempre puede decirles a los empleados qué deben hacer, pero sí puede brindar pautas y directivas generales para eliminar los principales errores éticos.
Por ejemplo, los gerentes pueden proporcionar directivas a los subordinados para que revelen los riesgos inherentes a determinados productos, o información relativa a la función, valor y uso del producto. También se pueden realizar esfuerzos adicionales para controlar los sobornos, las técnicas de ventas que recurren al engaño, la fijación de precios, el acoso sexual y la discriminación en su publicidad.
A menos que una empresa desarrolle y aplique normas o políticas que aseguren un adecuado comportamiento ético, los especialistas en marketing siempre correrán el riesgo de que algunos individuos tomen una decisión antiética y provoquen serios problemas a la compañía. Los gerentes de marketing deben desarrollar un clima éticamente correcto dentro de la organización, en el que los empleados se sientan lo suficientemente libres como para hablar y oponerse cuando creen que se les está pidiendo hacer algo que consideran antiético. Si usted destruye el diálogo abierto, estará destruyendo la capacidad para crear una empresa éticamente responsable.
Unidad 3. Ética y responsabilidad social
Ser ético es tan importante como ser rentable.
Hoy en día las empresas son éticas por razones personales, económicas y de calidad. Las organizaciones con personas íntegras tienen un importante activo, asimismo los valores éticos del equipo directivo favorecen su liderazgo natural y el ambiente de trabajo mejora.
La ética en la empresa se define como el conjunto de valores, normas y principios reflejados en su entorno y cultura para alcanzar una mayor sintonía con la sociedad y permitir una mejor adaptación, en condiciones que supone respetar los derechos reconocidos por la sociedad y los valores que ésta comparte, ya que las empresas y la sociedad interactúan entre sí. Una conducta ética permite hacer frente a un entorno difícil y puede convertirse en una ventaja competitiva.
La responsabilidad social
Si la ética establece los principios que definen las actuaciones, la responsabilidad social se preocupa por las consecuencias que esas actuaciones empresariales pueden tener sobre la sociedad en general o ciertos grupos en particular, por lo que la organización tiene la obligación de actuar responsablemente. También puede establecerse como una alianza social, es decir la capacidad de la empresa de trabajar en conjunto con la comunidad a favor de un propósito. Las acciones de la responsabilidad social deben enfocarse en primera instancia hacia los propios empleados. Una empresa es socialmente responsable cuando se integra al desarrollo social y a la cultura de una comunidad, pero también cuando la organización potencia la relación con su público interno, ya sea a través de mejoras en el ambiente laboral o permitiendo el desarrollo y entrenamiento de cada uno de sus empleados.
Ambiente laboral digno
No se pueden ejecutar acciones sociales con la comunidad, sino se garantiza un ambiente laboral digno, respetando las diferencias sociales, la igualdad de género, así como el desarrollo profesional de quienes laboran en la empresa, motivándolos a superar las metas del trabajo.
El enfoque socioeconómico
En el enfoque socioeconómico, los administradores siguen buscando maximizar el bien, pero a largo plazo, es decir transformar los problemas y necesidades sociales en oportunidades de negocios rentables. Los defensores de la responsabilidad social sostienen que el mercado valora a la empresa responsable y, a largo plazo, las acciones aumentan de valor.
El contexto Internacional
En el contexto internacional, las empresas multinacionales han de establecer un pluralismo ético. Por ejemplo en Estados Unidos, casi todas las empresas tienen un código ético, se han incrementado las penas por delitos ecológicos, los consumidores están más atentos al comportamiento de las empresas, el acoso sexual está tipificado como delito y las instituciones públicas velan más por los mercados financieros.
El creciente grado de globalización está generando una homogeneización de necesidades y gustos que parece apuntar hacia una futura unidad ética en todos los países. En definitiva los valores éticos colocan a la empresa en una posición de ventaja competitiva.
3.1. Responsabilidad social en las organizaciones
Responsabilidad social significa, al igual que la ética, distinguir entre lo correcto e incorrecto. En las organizaciones, el deber de la gerencia es hacer elecciones y emprender acciones que contribuyan al bienestar y los intereses de la sociedad, así como de toda la organización, no se debe pasar por alto que ésta la constituyen aquellos con quienes las empresas están obligadas.
Puede ser difícil comprender conceptos como el de responsabilidad social, ya que las personas tienen diferentes creencias acerca de cuáles son las acciones que pueden incrementar el bienestar social. Sin embargo, en la medida que los medios de comunicación aumentan su cobertura y las organizaciones no lucrativas y grupos de interés ejercen mayor presión, las organizaciones se interesan más en las cantidades de dinero que dedican a ser más responsables socialmente.
La responsabilidad social tiene una gama de aspectos, muchos de ellos ambiguos en lo que concierne
a los que es correcto o incorrecto. La gerencia de manera cotidiana debe
| cuestionarse si la empresa debe exigir que en sus operaciones en todo el mundo se cumplan las normas de seguridad al mismo alto nivel, aun cuando las leyes en otros países impongan estándares menores.
Si dos empresas tienen una intensa competencia, ¿será socialmente |
responsable que la corporación más poderosa haga que la más débil se declare en bancarrota o acepte una fusión obligada?
Ejemplo de las dificultades en la definición de comportamiento socialmente responsable
Existen algunas empresas que se declaran en quiebra y suspensión de pagos, lo cual es perfectamente legal, pero por otro lado tienen obligaciones financieras con proveedores, sindicatos y competidores.
Las controversias de las empresas, que se suscitan sobre la responsabilidad social se encuentran en torno a las siguientes preguntas:
Desde una perspectiva de la responsabilidad social, las organizaciones consideran el entorno de la empresa como una variedad de los grupos de interés.
En las organizaciones, tanto la responsabilidad social como la ética en los negocios centran su atención en “el deber”. Aún cuando existen diversos enfoques sobre la responsabilidad social, se deben considerar dos de las perspectivas fundamentales que te servirán para visualizar en lo personal, cuál es tu perspectiva del problema y la forma en que podrías interactuar de manera efectiva, con aquellos que optan por tomar otras decisiones siguiendo una perspectiva diferente.
Para este tema, resulta relevante el analizar los planteamientos de Milton Friedman.
Da clic en el nombre del autor para ver su biografía.
| Hace cuatro décadas se refirió a la responsabilidad social en uno de sus artículos publicados en 1970, en el New York Times, donde señala que la “única” responsabilidad social de los gerentes es aumentar al máximo las utilidades obtenidas por la empresa para sus accionistas, destacando además que el comportamiento socialmente responsable es más propio de las personas que de las organizaciones. |
Dicha aseveración le ha causado diversas críticas de otros economistas, que al analizar los
planteamientos de Friedman la denominan como “La empresa narcisista”.
Según la perspectiva de Friedman, los gerentes o administradores no están obligados a actuar en beneficio de la sociedad si al hacerlo no maximizan el valor para los accionistas.
Da clic en el botón para que leas y analices el ejemplo de las posturas de los gerentes y administrativos, desde y en contraste con la perspectiva Friedman.
Los críticos de la perspectiva de la eficiencia, argumentan que los clientes y la sociedad en general no exigen medidas de seguridad o protección ambiental, sino hasta después de que las empresas han ocasionado daños serios y visibles. |
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Velásquez (2006) señala que la sociedad podría tener valores sólidos respecto a no contaminar el agua y no originar problemas sanitarios. No obstante, si las consecuencias de contaminar un río no son visibles y la salud de las personas no se altera de inmediato, es posible que la presión social, para que la organización ajuste sus acciones a los valores sociales, no surja sino hasta varios años después.
La eficiencia de un empleado o de una empresa, va enmarcada en un contexto como en la mayoría de las organizaciones (según su tamaño), la cual se caracteriza por la separación que hay entre los accionistas y los administradores, en ella tanto el gerente o administrador y su equipo de trabajo, deben ser lo más eficientes y generar utilidades de acuerdo a la planeación y proyección que se tenga contemplada para su crecimiento, al mismo tiempo que se cumple con las reglas básicas de la sociedad (tanto las asentadas por ley) como las consideradas de forma implícita en el tejido empresarial, de ahí que este término (eficiencia) y el de responsabilidad social suelan mantener cierta distancia.
3.1.2. Responsabilidad social
Una conducta socialmente responsable de las empresas puede contribuir a establecer bases para una mejor convivencia social y mayor gobernabilidad en naciones en desarrollo, como México.
A partir de la elaboración de las directrices de Naciones Unidas sobre la protección al consumidor y después de la incorporación del tema a la legislación en distintos países, se logró validar y otorgar un peso institucional significativo a los consumidores y la sociedad.
Frente a las demandas para tener un comportamiento responsable, las grandes empresas comenzaron a tomar en cuenta las dimensiones éticas, ambientales y sociales porque impactan en sus negocios a largo plazo.
Bajo la perspectiva de la eficiencia, los gerentes o administradores también deben defender y considerar los intereses legítimos de los otros “socios”, que son los individuos o grupos de intereses en una organización y que, por ende, son afectados por las acciones de ésta. Tal grupo incluye clientes, empleados, financieros, proveedores, comunidades, la sociedad en su conjunto y accionistas.
Al ser tan relevante el papel de los clientes y los accionistas, según Velásquez, (2006) los administradores deben tomar las decisiones y llevar a cabo las acciones que brinden a los accionistas un rendimiento razonable y en equilibrio con los intereses legítimos de clientes, empleados, financieros y la comunidad social. Si bien no está probado, se sugiere que hay una relación positiva entre el enfoque del socio y el desempeño de la empresa.
Además del equilibrio en los intereses de los “socios” o involucrados, existen desafíos que exigen actuar de manera ética y socialmente responsable, los cuales entrañan el manejo de paradojas relevantes. Por un lado, el gerente o administrador tiene como individuo, sus propios estándares de integridad, ética y responsabilidad social y, por otro lado, tiene la responsabilidad de respaldar los estándares de su compañía. La empresa con actividades globales opera actualmente en culturas diversas, donde son inevitables las diferencias entre los valores, juicios éticos y las perspectivas de la responsabilidad social. En este contexto sería necesario tolerar y entender tales diferencias.
Evaluación de la responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa se puede subdividir en cuatro criterios principales:
- Responsabilidades económicas
- Responsabilidades legales
- Responsabilidades éticas
- Responsabilidades discrecionales
Dichos criterios se ajustan para formar la actitud de la responsabilidad social de la empresa. Los administradores y la organización, por lo común, están involucrados en varios problemas al mismo tiempo y cada vez se considera que las responsabilidades éticas y discrecionales de una empresa son tan importantes como los aspectos legales y económicos.
Responsabilidad social corporativa
Responsabilidades económicas
El primer criterio de la responsabilidad social es la responsabilidad económica. La empresa como organización económica que posee personalidad jurídica propia, se dota de un conjunto de recursos procedentes de las aportaciones de diferentes agentes que posibilitan su puesta en marcha y posterior desarrollo.
Desde el punto de vista económico la función de la empresa consiste en añadir valor a la economía, lo que puede ser reconocido si lo que está dispuesto a pagar el cliente por el bien y el servicio que demanda de la empresa es superior al coste de oportunidad de los recursos invertidos para su producción y venta. Cuando el mercado paga más por lo que la empresa hace, por lo que cuesta su producción, es decir, cuando los ingresos obtenidos por la venta de bienes y servicios son superiores al valor monetario de lo que se destruye y transforma, se dice que se añade de manera directa valor a la economía siendo el beneficio la correspondiente recompensa. En ese sentido la empresa cumple su función económica si genera beneficios, es decir maximizar las utilidades para propietarios y accionistas. La responsabilidad económica llevada al extremo, se conoce como punto de vista de maximizar las utilidades, término defendido por Milton Friedman, quien como ya se dijo, argumenta que la corporación debe operar orientada hacia las utilidades y con la única misión de incrementar las mismas.
Algunos defensores del punto de vista de maximizar las utilidades consideran que la empresa debe existir para un propósito: “ganar utilidades”. Sin embargo, señalan que la búsqueda de utilidades a largo plazo también requiere ser un buen ciudadano corporativo. Actualmente, el punto de vista de maximizar las utilidades ya no se considera como un criterio adecuado, en un considerable número de países, no sólo avanzados sino también emergentes, pues han adoptado medidas de promoción de responsabilidad social de las empresas.
De otro modo significa que la ganancia económica sería la única responsabilidad social y que puede ser conducente a que las empresas se vean en problemas, cada vez que la sociedad civil adquiere protagonismo y demanda directamente que éstas (sin pasar por alto la acción legislativa del Estado) consideren las implicaciones sociales de sus actuaciones económicas. La presión social y las legislativas sobre temas sociales y medioambientales constituyen restricciones a la función maximizadora de beneficios.
Responsabilidades legales
En la legislación mexicana no se define qué es una sociedad mercantil. La Ley General de Sociedades Mercantiles se limita a señalar que se aprecian como mercantiles todas las sociedades que se constituyan en alguna de las formas “reconocidas” por la ley. Por ello, serán mercantiles las sociedades que adopten algunos de los tipos enumerados en el artículo 1º de la citada ley [1]. Asimismo se señala una serie de requisitos de existencia y validez, como la manifestación de la voluntad, la capacidad y el objeto social, así como para su constitución conforme al artículo 5 [2] de la citada ley (Tovar y García, 2007). Las sociedades mercantiles se deben constituir ante notario público y registrarla ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
De esta forma, todas las sociedades modernas establecen reglas, leyes y reglamentos básicos que deben seguir las empresas para su constitución y operación licita en el comercio. La responsabilidad legal define qué considera importante la sociedad respecto al comportamiento corporativo apropiado. Se espera que la empresa cumpla con sus metas económicas dentro del marco legal, por lo que los legisladores imponen los requerimientos legales necesarios.
Sin perjuicio de lo anterior, la propia ley reconoce la existencia de las llamadas sociedades irregulares, que constando o no en escritura pública su constitución y sin haber sido inscritas en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, se exterioricen como tales. En ese contexto, el concepto de sociedad irregular es idéntico al de sociedad no legalmente constituida. Una sociedad mercantil, legalmente constituida es aquella que haya agotado y satisfecho todos y cada uno de los requisitos que la ley establece para su constitución.
Lo anterior lleva a determinar que, en un marco de derecho preestablecido, todas las organizaciones para cumplir con sus metas económicas, deben cumplir con los requisitos legales para su constitución, a efecto de que puedan ofrecer servicios y contratar con terceros. Las organizaciones que a sabiendas quebrantan la ley, tienen un mal desempeño en esta categoría. Los gerentes de numerosas empresas aprendieron en los años recientes que las organizaciones y los administradores, finalmente acaban pagando por ignorar las responsabilidades legales.
La sociedad irregular, al igual que la legalmente constituida, tendrá personalidad jurídica y será considerada por la ley como sujeto susceptible de imputación de derechos y obligaciones. Asimismo, deberá responder por sus deudas con su propio patrimonio sin perjuicio de que se dé también el caso de la responsabilidad subsidiaria de quienes realicen actos como sus representantes o apoderados, como gerentes o administradores. De acuerdo con el artículo 7 [3] de la ley ya citada, cualquier persona (independientemente del carácter con que se ostente) que celebre alguna operación en nombre de la sociedad quedará directamente responsable.
Los actos ilegales en las corporaciones incluyen la venta de bienes defectuosos, el hecho de hacer reparaciones, o seguir procedimientos innecesarios y facturar a los clientes por trabajos no desempeñados y los fraudes corporativos. Según Alma Saavedra de la revista El Economista [4], la incidencia de fraudes cometidos dentro de los corporativos mexicanos va en ascenso. La proporción de estos delitos cometidos pasó de 60 a 77 % entre el 2008 y el 2010, en una muestra de 286 empresas, según reveló la Encuesta de Fraude en México 2010.
En épocas de crisis las empresas intentan reducir gastos. “La crisis económica ha potenciado lo riesgos de fraude que enfrentan las compañías que operan en México” y las medidas que se han tomado a corto plazo han derivado en un relajamiento en los mecanismos de control interno. Señala Alma Saavedra que pese a la aplicación de control interno, las compañías mexicanas averiguaron las estafas principalmente por vía de denuncia de empleados, anónimas, de clientes y proveedores. Asimismo, destaca que “el 48 % de los fraudes fueron detectados porque alguien los denunció”, lo cual indica que la principal línea de defensa es la propia gente.
Sobre esta situación, Marco Iván Escotto, profesor del IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas) [5] y especialista en ética empresarial, comentó que en las aéreas de recursos humanos a la hora de la contratación es relevante, aparte de observar los aspectos técnicos, la ética de los aspirantes.
En el fondo, el origen de los fraudes radica en la creciente crisis de valores con apego a una ética profesional.
Independientemente de trabajar en una empresa, en el gobierno, en una universidad o en cualquier otra institución a todas las personas les atañe la ética. Este conjunto de normas en las organizaciones tiene que ver con la verdad y la justicia, la responsabilidad ética incluye las conductas que no están necesariamente codificadas en la ley y que tal vez no sirvan a los intereses económicos directos de la corporación.
Los gerentes y administradores compiten en las organizaciones por información, influencia y recursos. Es fácil entender las posibilidades de conflictos en la selección de los fines y de los medios para alcanzarlos, lo que vuelve imperativa la pregunta acerca de qué criterios deben guiar la conducta ética.
Como ya se describió, para ser éticos quienes toman las decisiones en la organización deben actuar con equidad, justicia e imparcialidad en lo concerniente a los derechos de las personas. Sólo deberán proporcionar un trato diferente cuando sea pertinente para las metas y las tareas de la organización. Los planes y las acciones deben producir el mayor bien para el mayor número de personas y tomar en cuenta que todas las personas poseen derecho básicos, como la libertad de conciencia, la libertad de expresión, la sujeción a procesos legales establecidos, y otros muchos señalados en la Constitución Política de México.
El comportamiento no ético ocurre cuando las decisiones permiten que un individuo o una empresa ganen a costa de otras personas o de la sociedad, como un todo. Por ejemplo, una empresa en la industria de muebles le hizo un pedido de miles de pesos a un proveedor, aun a sabiendas de que las finanzas de la empresa no andaban bien y de que tal vez jamás le pagaría.
Los administradores y en especial el personal de más alto nivel tienen la responsabilidad de crear condiciones organizacionales que fomenten la toma de decisiones mediante la institucionalización de la ética. Esto significa aplicar e integrar conceptos éticos a las acciones diarias.
Responsabilidades discrecionales
La responsabilidad discrecional es puramente voluntaria y está guiada por el deseo de la organización de hacer contribuciones sociales no impuestas por la economía, la ley o la ética. Las actividades discrecionales incluyen contribuciones filantrópicas generosas que no le ofrecen una retribución a la empresa y que no se espera.
La filantropía corporativa mexicana está iniciando el camino hacia la profesionalización, algunas empresas ya cuentan con personal dedicado a las actividades de filantropía, a promover el voluntariado y las donaciones entre empleados. Han constituido legalmente sus fundaciones empresariales y manejan fondos considerables para el desarrollo de programas con impacto social.
La responsabilidad discrecional es el criterio más alto de la responsabilidad social, debido a que va más allá de las expectativas de la sociedad para contribuir al bienestar de la comunidad.
El establecimiento de una cultura fundamentada en los valores debe ayudar a que los administradores mantengan tanto su compromiso con las practicas éticas y la responsabilidad social, así como su atención en identificar y aprovechar las oportunidades para la organización, puesto que los consumidores y otros socios valoran tales principios. La mayoría de los individuos prefieren trabajar y hacer negocios con organizaciones éticas y socialmente responsables que con aquellas que no lo son.
En cuanto la ética de los negocios y la responsabilidad social de la organización no hay conceptos universales y los debates generales respecto a éstos han estado presentes durante generaciones, por lo que el propósito de este tema, no es el de encontrar una solución a las controversias que se generan, sino que se trata de examinar los supuestos y la lógica de las perspectivas estudiadas. De existir una varita mágica como en los cuentos de hadas, que permita a los administradores hacer frente a los desafíos, habría poca necesidad de individuos brillantes y capaces, además no habría mucha emoción en los retos de ser un buen gerente o administrador.
Este tema te permitió evaluar tus propias perspectivas, recuerda que debes estar preparado cuando surjan situaciones en que se aluda a la esfera de lo ético o de la responsabilidad social. Tal vez entonces sea menos factible que la presión del momento te lleve a realizar acciones que quizá llegues a lamentar después. Además te permite ser empático con individuos con una cultura ética diferente e interactuar con ellos.
3.2. Administración de la ética y la responsabilidad social
Los criterios bajo los cuales prospera una organización, deben estar en función del desarrollo
personal de cada uno de los individuos que están involucrados, desde su aspecto interno, como sus valores, hasta su aspecto externo y su interacción con los demás individuos. Es decir su liderazgo y, por supuesto, la estructura de su organización.
Las estructuras y los sistemas de la organización ética son el conjunto de herramientas que utilizan los administradores para conformar los valores y promover el comportamiento ético, en toda la organización.
Por ejemplo los códigos de ética, que son las herramientas más usadas para unificar comportamientos a medida que las organizaciones se vuelven más grandes y dispersas geográficamente. Estos códigos cumplen con las características de especialidad, publicidad, claridad, brevedad, practicidad, asimismo pueden ser revisados y ejecutados.
Los métodos que permiten llevar a la práctica la aplicación y el cuidado de las conductas éticas de los integrantes de una organización pueden ser: los programas de capacitación y entrenamiento ético, los comités de ética, la auditoría socio-organizacional, entre otros.
Para llevar a buen término la implementación de las conductas éticas en toda la organización, se requiere que el personal y en general todos sus integrantes establezcan estructuras de ejecución. Todo esto debe comenzar con un entendimiento básico de la ética organizacional, lo que incluye sus definiciones, filosofías, esquemas de implementación y sistemas de control.
3.2.2. Liderazgo e individualismo ético
Liderazgo es uno de los términos más utilizado hoy en día en el mundo corporativo. En las empresas exitosas, ningún punto surge con mayor claridad que el del papel crucial del liderazgo.
Un buen líder
Diversas teorías han tratado de definir el término, sin embargo, la pregunta indiscutible no es cómo se le define, sino ¿en qué consiste ser un líder? Actualmente esto ha dado lugar a muchos debates públicos sobre liderazgo. En la organización se suele querer líderes eficaces y éticos. Sin embargo, en la mayoría de los casos es común oír que los líderes son buenos sólo si son eficaces, pero no éticos. Esto resulta de gravedad considerando las consecuencias a mediano o largo plazo en perjuicio de la organización, si se deja a un lado la ética por la eficiencia.
Quien quiera ejercer como líder debe ser capaz de captar con rapidez las peculiaridades de las diversas situaciones con que se encuentre y seleccionar para cada una el estilo de mando más conveniente. Esto es tratar de manera diferente a personas distintas y en circunstancias variables; ser capaz de conducir a los miembros de una organización por caminos respetuosos con cuantos se relacionan con ellos, incluyendo empleados, consumidores y demás miembros de la sociedad civil, así como expresando con claridad los valores éticos deseados y ayudar a otros a encarnar y reflejar esos valores.
En las organizaciones, es importante que los líderes ejerzan su función siendo éticos, ya que tienen que apelar a la buena voluntad de los empleados, a efecto de que éstos pongan sus talentos al servicio de los objetivos de la organización. Es más fácil si los empleados hacen suyas la misión y los valores de la compañía, por tanto, deben ser tratados con respeto.
Las características de los administradores o gerentes como individuos éticos, se resumen en lo siguiente:
- Son individuos que poseen integridad, que se refleja en su comportamiento y en sus decisiones.
- Normalmente todas las personas que interactúan con ellos dentro o fuera de la organización, les tienen confianza porque saben que sus decisiones en la organización estarán basadas de acuerdo a las normas de la justicia y la equidad, que tratarán bien a las personas y serán rectos en su comportamiento con los clientes.
Los gerentes o administradores deben estar atentos a la conducta de sus subordinados, pues responderán por los actos ilícitos, inaceptables y no éticos de los mismos. Sin embargo, esto no quiere decir que deberán estar en actitud de pesquisa y de vigilancia permanente, sino que deben fomentar el desarrollo moral y el comportamiento ético en la organización.
El trabajo en equipo, la asignación de tareas, la evaluación del desempeño y la mejora continua suponen un contacto personal y directo con cada uno de los subordinados y con su trabajo diario, por lo que es imposible que un comportamiento ético reiterado del gerente o administrador pase inadvertido para el infractor.
3.2.3. Enfoques gerenciales
La ética gerencial está constituida por todas aquellas personas que integran la empresa, las relaciones de éstas personas entre sí y también con aquellas personas que no forman parte de la organización. De esta forma, se puede hablar de organizaciones que aprenden y de organizaciones creativas, ya que quienes aprenden y crean son los seres humanos.
La ética ha tenido un gran impacto en la gerencia, ya que es un factor determinante para hablar de capital humano o el talento humano que actúa en las organizaciones. Se relaciona con la verdad y la justicia, con las expectativas de la sociedad, la competencia legal, la publicidad, las relaciones públicas, la autonomía de los consumidores, el comportamiento de las organizaciones tanto en el país de origen como en el extranjero y, por supuesto, las responsabilidades sociales.
De acuerdo con Daft* et al (2010), la ética es el código de principios y valores morales que regulan el comportamiento de una persona o de un grupo, respecto a lo que es correcto o lo que no lo es.
Los principios y las normas éticas se han transformado en elementos clave tanto de las políticas formales de la empresa, como de la conducta de la estructura informal de las organizaciones, es por ello la importancia de la ética gerencial. Esto se debe a que los cambios sociales han ocurrido tan rápido que muchos componentes que antes eran tomados en cuenta como inapropiados, hoy en día se consideran como elementos fundamentales de las culturas, entre ellos los de la cultura organizacional.
Los valores éticos son diferentes de los comportamientos regulados en las leyes, que nacen de acuerdo a un procedimiento legislativo, señalando la manera como la gente debe comportarse para vivir en sociedad. El comportamiento ético, sin embargo, lo rige la organización. Por ejemplo, un problema ético está presente en una situación cuando las acciones de una persona o de una organización puede dañar o beneficiar a otros.
Categorías del comportamiento humano
La ética se puede comprender mejor cuando se compara con las conductas reguladas por las leyes y por la libre elección.
De acuerdo con Richard Daft (Daft et al, 2010), en el comportamiento humano tienen cabida tres categorías:
1. El dominio de la ley codificada.
2. El dominio de la libre elección.
3. El dominio de la ética.
En la ley codificada, los valores y las normas están escritos en el sistema legal y son exigibles en los tribunales. En ésta área los legisladores establecen reglas que las personas y las corporaciones están obligados a seguir, como el pago de impuestos, la obtención del pasaporte, etc.
El dominio de la libre elección corresponde al comportamiento acerca del cual la ley no tiene nada que decir y respecto al cual un individuo o una organización disfrutan de absoluta libertad.
Por ejemplo, cuando un gerente decide festejar los logros de sus empleados o la libre elección de las tiendas de autoservicio en colocar los artículos electrónicos a la entrada de la misma.
Las normas éticas determinan ciertos estilos de conducta que normalmente no están señalados en las leyes, mientras que las leyes gubernamentales abarcan conductas que no necesariamente contemplan normas éticas. Los ordenamientos legales son el espejo de algunos juicios morales combinados, pero no necesariamente todos los juicios morales están especificados en las leyes.
Una mejor opción es reconocer el dominio de la ética y aceptar los valores morales como una poderosa fuerza para el bien que puede regular las conductas, tanto dentro como fuera de las organizaciones. Una decisión éticamente aceptable es legal y moralmente aprobada para la comunidad. Un principio de derecho señala que todo lo que no está prohibido por la ley está permitido, por ello muchas personas u organizaciones piensan erróneamente que si algo no es ilegal, debe ser ético. No terminan de entender que las elecciones están reguladas, por la ley o por la libre elección, y tampoco toman en cuenta el tercer dominio.
Las organizaciones han reafirmado su posicionamiento en el mercado, mediante códigos en los que los valores y la ética son importantes. Esto se debe a que la ética ha tomado un lugar preponderante en los cambios de la organización donde se han afianzado las corporaciones mundiales debido a la globalización.
Por ello, además del compromiso que sugiere el que muchas personas viven prácticamente en el seno de dichas empresas, ya que no sólo trabajan ahí, sino que también consideran a ésta una representación de su escenario de aprendizaje continuo.
Resumiendo las tres categorías que define Daft, puede decirse lo siguiente:
En el dominio de la libre elección, la obediencia es estrictamente hacia uno mismo. En eldominio de la ley codificada, la obediencia es a las leyes prescritas en un sistema legal y en cuanto al dominio de la ética, la obediencia es hacia normas y estándares que no son exigibles y acerca de los cuales están conscientes el individuo o la empresa.
Un considerable número de conductas no han podido ser codificadas. Por eso, los líderes de la organización deben tener una alta capacidad de percepción y de sensibilidad a las normas y valores que en la actualidad se están produciendo en el mundo organizacional, para poder resolver los cuestionamientos que regularmente se le presentan en el desarrollo de sus actividades y que suelen ser considerados como dilemas éticos.
La mayoría de los dilemas éticos implica un conflicto entre las necesidades del individuo y una colectividad o la organización como un todo. Por ejemplo, ¿en las escuelas primarias se deberá implementar la revisión de las mochilas para evitar la portación de cigarrillos, lo que podría beneficiar a toda la organización como un todo, pero reducir la libertad individual de los alumnos? ¿O algunos productos que no cumplen con los estándares de calidad en México, deberán exportarse a otros países donde los estándares gubernamentales son más bajos, lo que beneficiaría a la empresa pero es un perjuicio potencial para los ciudadanos del mundo?
¿Cómo deberían tomarse esta clase de decisiones? La realidad es que no existe alguna perspectiva ética global. Hay diversos enfoques considerados como básicos, que han estado presentes desde hace mucho tiempo, el desafío de tomar decisiones éticas no es moderno. El hecho de tener que elegir entre dos opciones ―dilemas éticos― compiten entre sí, ya que ambas tienen algo de validez y han confrontado a los seres humanos a lo largo de la historia.
Los enfoques básicos se analizarán desde dos perspectivas importantes. Primero, para ayudar a entender la forma cómo los demás enfocan el dilema ético y segundo, la falta de un enfoque claro en la toma de decisiones éticas con frecuencia genera un desliz, o decisiones que son contrarias a las creencias del individuo y a las políticas de la empresa.
Es importante tener en cuenta que la fuerza de trabajo es cada vez más diversa, y que el entorno de la organización es cada vez más global. Por eso, es muy probable que dentro de la empresa te encuentres con individuos que empleen enfoques bastantes diferentes a los tuyos y que lleguen a conclusiones distintas sobre las conductas éticas, debido a que las culturas y los principios morales son diferentes en cada una de las naciones.
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Cuando no se entienda cómo ni por qué los demás llegan a conclusiones distintas a las propias, es fácil etiquetar de inferiores a los individuos que sostienen las creencias, según nosotros, equivocadas.
Suponer que la perspectiva que uno tiene es la correcta y que las demás son inferiores, tiende a perjudicar la eficacia administrativa especialmente en contextos culturalmente diversos. Por ello, es relevante que se tenga la posibilidad de examinar distintos enfoques básicos, desde los cuales la ética gerencial es revisada.
La ética gerencial se revisa desde cuatro enfoques básicos:
- Enfoque utilitario
- Enfoque de los derechos morales
- Enfoque universal
- Enfoque de Justicia
Estos enfoques se revisan sin ningún orden de importancia, pues su valor depende del que cada quien le otorga.
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El enfoque utilitario, adoptado por los filósofos del siglo XIX, afirma que el comportamiento moral produce el mayor bien para el máximo número de personas y centra su atención en las consecuencias de una acción. De manera sencilla, supongamos que intentas hacer una perforación de un pozo para dotar de agua a un poblado donde se padece sequía y los niños están expuestos a enfermedades gastrointestinales que les puede provocar la muerte. Antes de autorizar la perforación para el uso, explotación y aprovechamiento de aguas nacionales, un empleado de la Comisión Nacional del Agua, te exige el pago de una cuota adicional. Desde una perspectiva utilitaria, intentarías precisar cuáles serían las consecuencias de las opciones que tienes. Por ejemplo: 1. pagas el dinero; 2. no pagas el dinero y dejas que el poblado siga sin agua; o 3. buscas la intervención de una tercera parte. ¿Qué acción daría como resultado el mayor bien? En caso de que los niños se estuvieran muriéndose de sed y enfermos en espera del agua, ¿podrías argumentar que el bien de salvar vidas contrarresta el “mal” que implica el pago de un soborno ilegal?
Daft et al (2010) señalan que cuando un resultado puede ser positivo o negativo, es necesario tomar en cuenta que quizá la gente aprecie el mismo resultado de forma distinta. Por tanto, tal apreciación es subjetiva y los juicios podrían estar bajo la influencia de factores, como la cultura, las circunstancias económicas o la religión. ¿Considerarías que el bien de llevar agua al poblado justifica el pago ilegal a los funcionarios del gobierno? ¿Qué pasaría si la sequia prevaleciente en la región fuese significativa? ¿Consideras que tal circunstancia cambiaría en algo su forma de pensar?
Conforme a éste enfoque se espera que quien toma las decisiones considere el efecto de cada decisión alterna de todas las partes y seleccione la que optimiza la satisfacción para el mayor número de personas. Debido a que en la organización los cálculos reales pueden ser complejos, se considera que es apropiado simplificarlos calculando los costos y los beneficios monetarios. Otra alternativa podría ser tomar una decisión que considere sólo a las personas que resulten directamente beneficiadas por la decisión, no a las que resulten afectadas directamente. La ética utilitaria explica el trabajo de los laboratorios al experimentar con animales los tratamientos contra el cáncer o la clonación de animales.
Enfoque de los derechos morales
El enfoque de los derechos morales asevera que los seres humanos tienen derechos y libertades fundamentales que no se pueden eliminar por la decisión de un individuo. Los seres humanos se diferencian de las cosas simples porque tienen dignidad, tienen capacidad de elegir libremente lo que van a hacer con sus vidas y ellos tienen el derecho moral fundamental que estas elecciones sean respetadas. Por consiguiente, una decisión correcta del administrador en la organización es la que respeta mejor los derechos de los afectados por ella.
Para decidir si una acción es moral o inmoral, podemos utilizar este segundo enfoque, entonces debemos preguntarnos, ¿tiene el respeto de los derechos morales acción en todo el mundo? Las acciones se equivocan en la medida en que violan los derechos de los particulares. Para tomar decisiones los administradores deben evitar intervenir con los derechos fundamentales de otros.
Por supuesto existen muchos derechos diferentes, pero relacionados entre sí, que durante la toma de decisiones deben tomare en cuenta.
Tenemos el derecho de hacer, crecer y decir lo que elegimos en nuestra vida personal, el secreto está en que no atente contra los derechos de los demás.
El derecho a no sufrir lesiones
Tenemos el derecho a no ser perjudicados o lesionados, a menos que libre y conscientemente haber hecho algo para merecer la pena o que libre y conscientemente decidiéramos el riesgo de tales lesiones.
El derecho a lo que se acordó
Tenemos derecho a lo que ha sido prometido por aquellos con los que libremente han firmado un contrato o acuerdo.
El derecho a la libre conciencia
Tenemos derecho a abstenernos de acatar cualquier orden que viole mis normas morales o religiosas.
El derecho a la libertad de expresión
Los individuos pueden criticar de forma veraz la ética o la legalidad de las acciones de otros (Velázquez, 2006).
Este enfoque tienen sus raíces en las enseñanzas del filosofo griego Aristóteles, que dijo: “los iguales deben ser tratados iguales y los desiguales desigualmente”. La cuestión moral básica de este enfoque es ¿cuán justo es esa acción? Emanuel Kant, uno de los más destacados filósofos de la moral, concibió el imperativo ético de manera simple: “trata a los demás como te gustaría que ellos trataran a todos, incluyéndote a ti mismo”. Desde este enfoque, es necesario elegir el curso de acción que consideras aplicable a todos los individuos en todas las situaciones y que desearías que se te aplicara a ti mismo (Velázquez, 2006). Lo anterior se puede resumir en la siguiente frase: “En el centro del universalismo yace el problema de los derechos”.
Este enfoque tienen sus raíces en las enseñanzas del filosofo griego Aristóteles, que dijo: “los iguales deben ser tratados iguales y los desiguales desigualmente”. La cuestión moral básica de este enfoque es ¿cuán justo es esa acción? Emanuel Kant, uno de los más destacados filósofos de la moral, concibió el imperativo ético de manera simple: “trata a los demás como te gustaría que ellos trataran a todos, incluyéndote a ti mismo”. Desde este enfoque, es necesario elegir el curso de acción que consideras aplicable a todos los individuos en todas las situaciones y que desearías que se te aplicara a ti mismo (Velázquez, 2006). Lo anterior se puede resumir en la siguiente frase: “En el centro del universalismo yace el problema de los derechos”.
Requiere que los diferentes tratos a las personas no se base en características arbitrarias. Los administradores que defienden la justicia distributiva asignan las recompensas y los castigos en forma equitativa, con base en el desempeño. El administrador no puede asignar bonos, promociones o mejores prestaciones conforme a características arbitrarias, como serían la edad, el género, la religión o la raza, por consiguiente hombres y mujeres no deben recibir diferente salario si realizan la misma actividad
Requiere que las reglas se administren con justicia en la organización, por lo que deben expresarse con claridad y hacerlas cumplir en forma consistente e imparcial. Los administradores que defienden la justicia procedimental se aseguran de que los afectados por las decisiones administrativas estén de acuerdo con el proceso de toma de decisiones; y que el personal de la organización esté informado del proceso y tenga la libertad de no participar si así lo desea. Este tipo de justicia no puede discriminar a las personas por sus características, como la edad, el género, la religión o la raza.
Se sugiere de manera consistente que la percepción de la justicia se relaciona de forma positiva con los resultados deseados, como el desempeño en el trabajo, confianza, satisfacción laboral y compromiso organizacional, asimismo se relaciona de manera negativa con resultados como rotación de personal y conductas laborales que disminuyen la producción.
Significa que la parte responsable debe compensar a los individuos por el coste de sus lesiones y aquellos perjudicados por la inequidad de la distribución de la compensación deberían ser recompensados. Además no se debe responsabilizar a los individuos por cosas sobre las cuales no se tiene ningún control. Regularmente la compensación suele ser monetaria, pero también puede presentarse mediante reconocimientos y restitución de los derechos a las minorías o a las personas que de alguna manera hayan sido víctimas de discriminación.
Aristóteles (384 A. C. - 322 A. C.). Fue un filósofo, lógico y científico de la antigua Grecia, cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Escribió cerca de 200 tratados incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Transformó muchas sino todas las aéreas de conocimiento que todo. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología. Pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.
3.2.4. Factores que afectan la toma de decisiones éticas
La cultura organizacional desempeña un papel muy importante para los administradores en la toma de decisiones. En ocasiones, a éstos se les acusa de engañar, robar o defraudar, culpándolos de no tener integridad ética, lo cual, en ocasiones, puede ser cierto. Sin embargo, en la mayoría de los casos la organización en sí desempeña un papel preponderante. La práctica de negocios éticos o no éticos, refleja las actitudes y valores de la propia organización (Velásquez, 2006).
Hoy en día las corporaciones están adoptando de manera creciente la filosofía ética de los negocios, postulada por Adam Smith, que señala que tanto los individuos como las organizaciones se benefician con la toma de decisiones éticas. Pero, aun así los gerentes o administradores se enfrentan a otro desafío, ¿cómo promover y estimular las decisiones éticas?
3.2.5. El administrador y la organización
Los administradores y, en especial, los directivos o ejecutivos de primera línea tienen la responsabilidad de crear condiciones organizacionales que fomenten la toma ética de decisiones, aplicando e integrando conceptos éticos a las acciones diarias.
Como líderes de la organización, los administradores llevan al trabajo, su personalidad, características conductuales determinadas por elementos como familia, religión, y pautas de comportamiento como la puntualidad, perseverancia, falta de paciencia, entre otras muchas cosas, que conforman su sistema de valores.
Cuando los administradores operan guiados por una serie de valores internos, éstos se vuelven más importantes que las expectativas de otras personas (como los directivos y socios) y en algunos casos, incluso de la misma organización, pues desobedecerán las reglas o leyes que violen esos principios.
La exploración de los diversos enfoques para la toma de decisiones éticas brinda a los administradores elementos que facilitan la tarea de afinar su propio enfoque para que puedan tomar decisiones de acuerdo a su escala de valores cuando surjan las presiones. Sin poder afirmar cuál de los enfoques estudiados es mejor que los demás, es posible que con la aplicación constante de cada uno de éstos se puedan tomar decisiones éticas.
Un ejemplo de los valores en el trabajo
Cuando Hernán Ruiz, joven encargado de una oficina de telefonía, vio estrellarse y estallar en llamas el auto conducido por el señor Pedro, intentó sacarlo para que no muriera quemado, desobedeciendo las órdenes de su jefe de no abandonar su puesto de trabajo y arriesgando su vida para salvar al señor Pedro. Hernán Ruiz actuó desde el nivel de desarrollo más alto al intentar el rescate a pesar de una orden directa de sus superiores.
Las organizaciones hoy en día se han diversificado e instalado en diferentes naciones, con ideas y culturas diferentes, los administradores que trabajan en países extranjeros, requieren más sensibilidad, apertura y entereza para resolver dilemas éticos difíciles. De no ser así los colocaría en una desventaja competitiva.
Los administradores o gerentes deben utilizar un liderazgo transformador, que se enfoque en las necesidades de sus seguidores y alienten a todos para que elaboren sus propios juicios piensen por sí mismos, así como buscar los niveles más altos de razonamiento moral.
Siendo una de las tareas importantes de los administradores fomentar las decisiones éticas, resulta más significativo el efecto de éstas en la organización. En este sentido, la cultura general de la compañía puede desempeñar un papel significativo, ya que muy rara vez las acciones corporativas éticas o no éticas se pueden atribuir exclusivamente a los valores personales de un solo gerente.
Los valores adoptados son importantes en especial cuando la mayoría de las personas aprenden a amoldarse a las expectativas del buen comportamiento, como lo espera la familia, los amigos y la sociedad. La colaboración con el grupo de trabajo es la forma preferida de lograr las metas que propone la organización.
Es importante que los valores internos de la empresa, se dejen de manifiesto, para que influya en las decisiones de los empleados, ya que si se llegase a tolerar una conducta antiética e incluso se llegase a alentar, esas acciones se convertirán en rutina. También es importante estar atentos al tipo de señales éticas que se transmiten a los empleados.
Las compañías también pueden influir de manera positiva para fomentar la ética en la toma de decisiones y en las conductas. Así en muchas compañías, los administradores expertos se han dado a la tarea de estimular la conducta ética entre su personal, mediante el sistema de recompensas, el grado al cual la empresa se preocupa por sus empleados, el sistema de selección y ascensos, el énfasis en los estándares legales y profesionales y el liderazgo profesional. Otro más sería la institucionalización de los códigos de ética (Velásquez, 2006).
La responsabilidad social de las empresas implica para la organización, una seria consideración del impacto de sus acciones en la sociedad. De igual forma, la sensibilidad social es el establecimiento de una relación entre las operaciones políticas de una compañía y las condiciones sociales que enfrente; de tal manera que tanto la compañía como la sociedad resulten beneficiadas. La determinación de las relaciones apropiadas entre las diversas organizaciones y la sociedad no es una tarea fácil, además de lo cual se puede argumentar a favor o en contra de la participación social de las empresas. Sin embargo, muchas compañías privadas y otras organizaciones han hecho esfuerzos muy serios para establecer condiciones que beneficien por igual a los individuos, las empresas y la sociedad.
Durante esta unidad revisaste que en las organizaciones, los administradores y los gerentes operan en un ambiente complejo. Este ambiente les afecta, aunque en cierta medida también ejercen influencia sobre el mismo, con sus acciones y liderazgo. Asimismo en su toma de decisiones diarias, deberán considerar las condiciones económicas del ambiente: capital, fuerza de trabajo, niveles de precios, políticas de calidad, las necesidades del cliente, pero sobre todo, el beneficio a los individuos de la sociedad, por lo que, a raíz de la globalización, en las organizaciones se deben conocer las condiciones sociales prevalecientes en un país.